Capitulo 30: La tormenta

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Bajo el sol de la tarde que entraba con dificultad al valle por las ramas de los árboles que cubrían el lugar, el castaño dejaba que la luz del mismo le diera en el rostro, pues para el no era molesto y junto a la pequeña brisa fresca que transitaba por el bosque le brindaba gran calma.

Hiccup debía de admitir que a pesar de todo lo que intento posponer, el ir con Toothless si fue lo que tenía que hacer, pensaba esto ya que si por cualquier motivo el vikingo se ausentaba el dragón posiblemente seguiría sufriendo en sus sueños.

Hablando del rey, este masticaba algunas hojas que tenían frutos, esto lo hacía para aliviar sus ansias de comer el pescado de Hiccup mientras movía su cola de vez en cuando. Por su parte el joven estaba acomodado al lado del lomo del dragón, lugar que sin duda era mucho más cómodo que usar aquella roca de respaldo.

Todo esto sin ofender a la roca claro.

De pronto el chico habló — Toothless... — fue lo que salió de su boca mientras hacía una pausa en lo que volteaba su pescado al lado más crudo sobre las llamas de la fogata.

— Lamento haberte dejado el otro día... — Termino su disculpa mirando hacia el dragón que había dejado sus ramas para verle.

Los ojos de la bestia se fijaron en el chico, sin embargo estos no transmitían ningún rencor o antipatía, esto lo sabía ya que conocía una mirada llena de ira, la había visto en los ojos de un dragón que si le tenía odio reconociendo que los ojos verdes de Toothless jamás se habían visto así.

De hecho la mirada del Night Fury con sus verdes ojos si que era tranquila, esto lo acompañaba con un intento de sonrisa chimuela, expresando aquel sentimiento de total entendimiento.

Para reafirmar esto la criatura procedió a realizar un abrazo improvisado pues cubrió al vikingo con una de sus alas, esto ya no podía abrazarle como siempre, sin embargo podía hacer eso para enviar esa sensación de cariño al chico.

El castaño por su parte se mantuvo tranquilo, entendía el gesto que trataba de hacer su compañero, sin embargo al ver su ala se acordó de que no había tratado la misma en varios días.

— Por los dioses Toothless, tú ala, la había olvidado. — Menciono nervioso el chico mientras se levantaba de golpe para ir a ver la susodicha.

Al observar se dio cuenta que sin duda está había cambiado su tamaño, seguro cuando Toothless había vuelto a ser un dragón la metamorfosis debilitó o rompió los vendajes, por esto mismo la varilla que usaba para sostener el hueso en su lugar ya no estaba, posiblemente estaba perdida en el claro.

Hiccup acercó su mano al sitio afectado, sin duda a plena vista se notaba la mejoría, los dragones en verdad sanaban rápido. Deteniéndose antes de tocar la zona, puesto que el chico no sé atrevió a tocar la misma sin el permiso del dragón.

El mencionado asintió mientras miraba al vikingo, ya sabía que el nunca le lastimaría.

Otra vez.

Recordando como aquello era doloroso le dio permiso al joven asintiendo con su cabeza.

Y una vez que el chico obtuvo luz verde para comenzar a tocar, se acerco a revisar a fondo, arrimó una de sus manos al sitio que iba a explorar, al que con un toque suave inspeccionó. La sensación de separación seguía ahí, no estaba fijado del todo.

Pero al menos con su limitado conocimiento sobre la curación había evitado los huesos siguieran rotos y separados cuál rama de un árbol.

Enfocándonos un momento en el dragón el mismo seguía sintiendo aquellos roces como si le encajaran una espada, cosa que le llevaba a gruñir de vez en cuando, esto para no rugir fuerte y atraer visitas no deseadas, pero gracias a las suaves y cuidadosas manos de Hiccup lograba mantenerse firme ante el dolor.

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