12. Cinco años después

216 5 1
                                    


Capítulo 12- Cinco años después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 12- Cinco años después

Agosto de 2020 -  EEUU - Nueva York

Una joven con el cabello color calabaza, estaba acostada en la cama king size una habitación de un hotel cinco estrellas. La suite era amplia, con finas alfombras color escarlata. El tocador contaba con jacuzzi, amplio y moderno, un enorme espejo. Alrededor del lavabo ovalado color blanco, había un centenar de cremas y cosméticos. 

Ella entró, apartó las cremas y apoyó unas hojas. Respiró hondo, y comenzó a maquillarse. Con un redondo paño se pasó base en toda su cara, en los recovecos, entre los ojos, la frente y el cuello. No le hacía ninguna falta, pero a ella le encantaba aquel ritual. Y más en ese día tan importante. Le dedicó especial empeño en pasar maquillaje en las ojeras de lo contrario no hubiera tenido éxito en parecer un ser humano que durmiera ocho horas por día. 

Bajó la mirada hacia una hoja, y leyó parte de ella.

-Y lo esencial...es hacer la diferencia, es la confianza en sí mismo. No lo olviden...creer te hace invencible.

Pasó un peine de dientes anchos por su cabello y alisó el trajecito negro, falda y saco. El atuendo marcaba su cuerpo de sirena. Un solo botón abrochado en su cintura y una camisa blanca con un fino cuello se apreciaba debajo.

-Excelente...-inspiró y exhaló - Todo saldrá bien, no estoy nerviosa - se dijo, y sacó la máscara de pestañas. Alguien ingresó bruscamente al baño sin golpear. Involuntariamente dio un respingo y se manchó la frente de negro.

-¡Lily!

-No es mi culpa que tengas el pulso de una anciana- repuso, sin sonreír.- ¡Deja de leer el discurso, te lo sabes de memoria, Muna!

-La próxima golpea, me asustaste y causé un estropicio - la regañó, tomando un algodón y limpiándose la cara - Estoy nerviosa maldita sea, no puedo evitarlo.

-Das cursos motivacionales para estudiantes hace un año - torció los ojos, exasperada.- Deja de ponerte nerviosa, siempre lo haces bien.

-¿Justina llegó?

-Aún no, está retrasada. Probablemente su consultorio se llenó de mascotas.

-Espero que haga tiempo para darse una ducha antes de venir, sus animalitos tienen un olor especialmente desagradable..- Lily asintió, revisando la agenda.-¿Frank?

-Mi jefe se puso un traje que le quedó pintado. Cada día está más lindo, si tuviera veinte años menos, le propongo matrimonio...-Muna sonrió. - Desde que quedó viudo se lo ve muy alegre.

-Lily, no digas eso.

-Vamos, Amanda era un gol en contra, debían atenderla todo el día. - Muna negó con la cabeza, reprobando el comentario- Además, estaba sufriendo, nadie puede ser feliz si padece demencia señil.

El cielo es el límiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora