9. Primeras veces

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El cielo es el límite- Capítulo 9 - Primeras veces

Justina cepillaba sus dientes mirándose al espejo. Una toalla envolvía su cabeza. Era incómodo que Tanner no saliera de sus pensamientos. En algún punto se sentía atraída por "Schumacher", al menos físicamente hablando. Después de ese correctivo en la fiesta de disfraces, se transformó en una sombra que la importunaba. Le parecía atractivo, pero era un malnacido...se mordió el labio; intimar con David sería delicioso. ¿Por qué su físico no podía hacer juego con su personalidad? Nunca creyó que alguien tan desagradable fuera capaz de generar atracción, o deseo. La había besado a la fuerza, su actitud rozaba el abuso. Pero gracias a eso supo que le había encantado. Tanner era una contradicción pura y el camino equivocado más tentador. Tengo que dejar de pensar en ti, debería fijarme en otro, para distraerme. Solo me atraes porque fue mi segundo beso...¡soy una novata! Si experimento con otro, puede que esta locura pase. Su móvil sonó, Justina no reconoció el número.

-Hola...

-Hola Justina - dijo una voz que enseguida reconoció.

-¿Alan?

-El mismo.

-¿De dónde conseguiste mi número? - le preguntó bruscamente.

-Se lo pedí a Brian.

-¿Qué necesitas? Mira, si es algo de Amnesia, yo no pienso ir. - le avisó gruñendo.

-Se lo pedí porque quería invitarte a salir. - Justina abrió grandes los ojos.

-¿A mí?

-Sí, te estoy llamando a ti - dijo él, riendo - ¿Te parece raro?

-Es extraño, todos creen que soy gay.

-Sé que no lo eres - simplificó Alan- ¿Te gustaría que vayamos a tomar algo?

-Eh...-La verdad que no tenía mucha onda con Alan, pero le gustó que fuera de frente y sin vueltas.- No estaría mal...

-Podemos ir donde tú quieras.

-La verdad que no me imaginé que yo te gustaba.

-Asumes que me gustas...

-¿Para qué me vas a invitar a salir? ¿para jugar al ajedrez? -dijo con impaciencia. Alan recordó ligeramente a Tanner, y sonrió.

-Bueno...no jugaremos ajedrez pero tampoco te invitaré a un hotel transitorio - aclaró.

-Mejor, porque no iría. Además podrías salir lastimado luego de esa propuesta. -le robó una carcajada.

-Me gusta tu carácter, eres muy divertida.

-No puedo devolverte el halago porque no te conozco -dijo Justina, sin pelos en la lengua- Pero me caes bien, Dawson.

-Me llamas por mi apellido...-dijo divertido.

El cielo es el límiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora