El cielo es el límite - Capítulo 7 - Crisis
Una punzante angustia invadía el pecho de Sam, se sentía fuera de su eje. La mirada de Muna después de intimar lo dejó absorto en sus pensamientos, asfixiado por las circunstancias. No encontraba explicación para ese agudo vacío que nació en su interior. El llamado de Elena no ayudó a mejorar aquel resquemor, todo lo contrario, lo fastidió. Una semana de conocerla y Muna prácticamente estaba dentro de su familia. Lo peor es que la susodicha ni siquiera se lo propuso, no fue su culpa. Muna no era intensa como Consuelo, ni como Sophie, era simplemente ella: auténtica, bondadosa, servicial. Una mujer completa, capaz de ganarse la aprobación de todo el mundo, atrayendo a cada hombre que se cruzaba por el camino.
Por otro lado, estaba seguro de que le mintió con respecto al motivo del llamado.. Lo que sucedió no está nada bien, Elena y Muna no deben ser amigas, ni confidentes. Es una puta locura. ¿Qué sigue? ¿Que venga a almorzar los domingos a casa de mi padrino? No podía culparla por ese furor que causaba en los demás, puesto que él también era víctima de sus encantos. Intimar con ella había sido lo más excitante que vivió en su vida, cerraba los ojos y la recordaba gimiendo, balbuceando su nombre en medio de la pasión. Lo atraía en tantos sentidos, era tan dulce, caliente, invitante. Si las circunstancias hubieran sido otras, tal vez sucumbía a su pedido y se quedaba a almorzar, o dormía la siesta abrazado a ella. O tal vez no. Maldita ciclotimia, ¡déjame en paz!, pensó frustrado. Necesitaba hablar urgente con su padrino y con Elena para poner un poco de prolijidad a la situación. Estacionó en la cochera de la casa. Aquel sitio le hacía acordar a Muna con su remera violeta, que marcaba sus curvas despóticamente, resaltando los pechos. Si te tuviera aquí no dudaría en hacerlo de nuevo.
Entró con sus llaves a la casa de su padrino. Miró la hora, once de la mañana. Encontró a Brian leyendo el diario en el amplio living comedor.
-¡Sam! - se quitó los lentes, sorprendido. - ¿Qué haces aquí?
-Yo...vine a almorzar. - se sentó en un sillón, muy serio - Espero que no te moleste.
-No, pero..te noto raro. ¿Qué demonios te ocurre? - inquirió sin rodeos.
-Nada...¿Elena?
-Está descansando, como imaginarás nos acostamos tarde. - Sam suspiró. Evidentemente Elena había llamado a Muna a escondidas de Brian. - Habla de una vez. ¿Te peleaste con Yanky?
-Dormimos juntos. -dijo en un murmullo.
-Ahora lo llamas "dormir'' - dijo divertido.
-¿Como quieres que le diga?
-¡No lo sé! Cogimos como conejos, follamos como dos bestias...-Sam arrugó la frente- Tu te expresas así, ¿qué te pasa? No te reconozco.
-Deja de analizarme Buttler, tu mujer es una mala influencia para ti - Brian rodó los ojos.
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El cielo es el límite
Teen FictionSam vivía al día sin pensar en el futuro, Muna intentaba superar un desengaño amoroso sin perder la ilusión. El desenfreno y la ingenuidad, el egoísmo y la ternura, chocan contra un límite que los separa, pero también los une. Nathalie es estudiante...