19. La carta

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Capítulo 19 - El cielo es el límite- La carta

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Capítulo 19 - El cielo es el límite- La carta.

Rayan ingresó a la sala de investigaciones marcando una contraseña y su huella digital en el sensor. Estaba preocupado, el ataque a The Royal Hotel no podía ser casualidad. Dijera lo que dijera Nathalie, presentía que Cormac McLaggen estaba implicado. Pero seguramente tenía un cómplice, ¿quién lo estaba ayudando? Según su ficha no tenía amigos, ni familiares vivos. "Alguien que no tiene nada qué perder, que necesita ayuda", especuló. Rodeó la mesa observando las cientos de bolsitas de evidencia, empaquetadas. El móvil vibró en el bolsillo.

-Hola.- sonrió, preparado para el placer de oír su voz.

-Rayan, soy yo.

-¿Estás bien?

-Si, desayunando. ¿Y tú?

-En la SIS.

-¿Tan temprano?

-Vine a analizar la evidencia...mira, no te alarmes pero hubo otro ataque.

-¿Qué?- se impresionó -¿En dónde?

-En The Royal Hotel...un hotel transitorio.

-Es extraño que hayan elegido un hotel.

-Sí, es muy raro - coincidió Rayan.-

-¿Hay muchas víctimas?

-Por suerte no, pero es lamentable de todos modos. El gobierno tendrá problemas, también la SIS, no podemos garantizar la seguridad, estábamos preparados para esto.

-Intentemos pensar en positivo, y que podrán detener al terrorista.

-El ministro Ajax debe estar como loco...seguramente convocará a una reunión y nos comeremos un sermón - dijo Rayan, hastiado.- Te juro que voy a encontrar a ese hijo de puta...

-Ojala logren dar con él -dijo Nathalie- Hoy tengo que ir a declarar, ya quedé con Sam.

-Puedes decirle al guardaespaldas que te traiga ahora mismo...así tomamos algo -le propuso - Charlamos un poco antes de la declaración...¿Te gustaría?

-Sí, claro que me gustaría - él sonrió.

-Te escucho calmada, y me hace sentir más tranquilo.

-Estoy bien. Me apena confesarlo, pero estar con un guardaespaldas me hizo sentir más segura.

-¿Tengo que ponerme celoso? - dijo bromeando.

-No, para nada - él intuyó que estaba roja.

-Mejor así...mira que el agente Lodgy es un tipo casado.

-Eres un tonto.

-Bueno, te espero, ¿sí? - dijo resuelto - Mantente con el móvil en la mano...

El cielo es el límiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora