Gwyn
Nesta observó el centro de la biblioteca por un largo instante y luego giró para mirarla a ella. Haciendo que Gwyn se sintiera incomoda, aquella intensidad en su mirada a veces la asustaba. Nunca la había visto realmente convertida y sabia muy bien que ya no la vería así nunca más, después de todo, ella le había devuelto el poder al Caldero. Sin embargo, aveces tenia esa mirada, tan penetrante y antigua. Era como si una parte del caldero se hubiera fusionado con ella.
– ¿Crees que ella es como tú? – Le preguntó con algo de nerviosismo. Nesta se quedo bastante tiempo en silencio.
– No lo sé, no quiero adelantarme.
– Dime lo que piensas Ness. – Pidió Gwyn con impaciencia, sintiendo una extraña sensación en el estomago. Si Alina era igual ¿la situación cambiaba? ¿Se convertía en un peligro?
– Lo igual llama a lo igual – Sentenció finalmente.
– ¿Crees que es igual a las reliquias del Cofre del Terror?
– Tú dijiste que sentía con fuerza el arpa, yo ya no lo siento porque devolví mis poderes al Caldero. – Se limito a decir ella. Gwyn comenzó a morderse las uñas.
– ¿Si lo siente tan fuerte, es que su magia proviene del mismo lugar del que ellas fueron creadas? – preguntó Gwyn. – Quizás salió del Caldero como tú y robo parte de su magia. – Continuó Gwyn.
– ¿Pero en qué momento pudo hacer eso? El Caldero está con toda su magia ahora. Y según ella, llegó a este mundo hace dos años.
– ¿Entonces qué sugieres? – Preguntó, no le gustaba a dónde iban los pensamientos de Nesta, ya que eran exactamente a las que ella estaba llegando y si era eso, Alina era mucho más fuerte y peligrosa de lo que aparentaba.
– Que fue la misma Madre quien le dio de su magia – Escuchar eso la hizo tragar con fuerza. Las reliquias del Cofre del Terror siempre traían problemas porque eran muy codiciados. Si Alina era una de ellos, la hembra sería perseguida de por vida.
– Mierda. – susurraron ambas al mismo tiempo.
– Cassian me dijo que era una danzante de arena muy diferente, ahora comienzo a entender el por qué. Tenemos el arpa que abre mundos, la corona que controla todo, los antifaces que despiertan a muertos y a Alina, la hembra que lo ve todo. Si el mundo lo sabe, la Corte Noche será vista como una amenaza para todos.
– ¿Qué hacemos? – preguntó, aún que claramente ya sabia la respuesta, tenían que hablar con Alina y decirle.
– Hablar con Rhysand y ponerlo al tanto.
– ¿Y Alina? Tiene derecho a saber.
– Quizás no, quizás es una amenaza y ahora tenemos la delantera. – respondió sin mirarla a los ojos y Gwyn supo que había ocurrido algo entre ellas, pero no ahondó en el tema. Su amiga se lo diría cuando estuviera preparada.
– Bien, entonces hablemos con Rhys. – Dijo Gwyn, esperando en el fondo de su corazón que la reunión se diera en la biblioteca porque no estaba dispuesta a salir a la ciudad.
Azriel
La acompañó a cambiar sus joyas por dinero y luego se sentaron en un café mientras observaban el periódico y encontraban algún lugar en el que ella podía quedarse. Verla de esa manera, tan normal, le hizo darse cuenta de que Azriel jamas tendría una vida como la de ella. Jamas buscaría un departamento o pagaría por comida, por lo menos no en Velaris o en toda la Corte Noche. Sintió el golpe de la realidad, hace mucho que no se había preocupado por el dinero.
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Una Corte de Sombra y Estrellas
FanfictionUna Corte de Sombras y Estrellas cuenta la historia de Gwyn, Elain, Azriel y la misteriosa Alina. Una danzante de Arena que tiene el mismo rostro que la hermana asesinada de Rhysand.