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-La vida es como un juguete.

-¿Un jeguete?

-Sí, un juguete prestado, es...es algo que no te pertenece.- siguió cortando los vegetales mientras el niño lo miraba confundido.

-Pero...es mi vida, sí me pertenece.

-Eso es lo que nos hacen creer, que la manejamos, que es de nuestra propiedad. Pero no podemos estar más equivocados.- suspiró.- es prestada, Yoongi, porque en un momento la tenemos y al otro no.

Yoongi realmente no lo entendía, lo que decía su padre era extraño. ¿Cómo que su vida no le pertenecía? ¡Claro que era suya! El podía hacer con ella lo que quisiera y nadie tenía porqué decirle nada. Bueno, a excepción de sus padres ya que aún era menor de edad.

-No lo entiendo.

-Por supuesto que no lo entiendes.- su voz era firme, fuerte, pero a la vez suave. No sonaba como un regaño.- cuando seas grande lo entenderás o tal vez lo entenderás mejor cuando te encuentres en una situación que lo amerite.

Y por supuesto que lo entendió.

No esperaba hacerlo de una manera tan drástica y diferente, pero lo hizo.

La vida era un juguete que en algún momento te arrebataban.

Y en otros decidían prestartela de nuevo.

Yoongi imaginó que podía despertar de cualquier manera. En un tiempo lejano con los gritos de su padre o su madre. En un futuro que tenía cerca con Jimin y sus besos. Pero jamás con cinco armas apuntándole directo a la cabeza.

Parpadeó varias veces acostumbrandose a la luz. Su vista estaba un poco borrosa.

-¿Qué...?- intentó decir algo, pero sintió la garganta demasiado seca.

-Esto...¿Qué mierda está pasando exactamente?- preguntó Jungkook mirando a Jongsuk en busca de una respuesta. Respuesta que ni el mismo tenía.

-Yo...no lo sé.- fue lo único que supo responder.

-¿Alguien podría explicarme qué está pasando?- Yoongi se hizo oír. Suave, lento, con la voz rasposa. Pero se hizo oír.

-¿Cómo te sientes?- Namjoon lo miró desconcertado. Sin bajar el arma, por supuesto.

-¿Cómo debería sentirme?

-Joder hombre, que te han mordido y luego caíste al piso como barajita de Poker.- dijo Jungkook con tono amargo. Estaba nervioso y no sabía cómo reaccionar.

-¿Qué?- al parecer la caída había provocado que olvidara un par de cosas, porque no se acordaba de esa parte.- ¿me mordieron? ¿Cómo es que sigo...?

-Pues eso es lo que queremos saber.- intervino Hoseok.- se supone que una hora atrás tendría que haberte metido un tiro en la sien, pero aquí mi señor Jungkook dijo que no.

-Luego me agradeces, te salvé la vida de este loco.

-Cierren la boca y levantenlo.- dijo Namjoon fastidiado.

Y eso hicieron. Lo levantaron sentandolo en la silla que había en la pieza donde se habían metido a descansar. Jongsuk y Hongjoong no dejaban de apuntar hacia Yoongi, alertas a cualquier movimiento extraño del peli negro.

Yoongi se miró el brazo. Efectivamente había un mordisco, le ardía.

-No entiendo...- murmuró.

Se supone que si un mordedor lo atacaba se convertía en uno de ellos. Debería estar muerto y no sentado en una silla como si nada hubiera pasado. Sus amigos lo miraban con cierta intriga y confusión.

MORT VIVANT | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora