MORT VIVANT | 1

21

-Deberías manejar tu actitud.- Yoongi dijo pateando una piedrita que se le atravesó en el camino.- cuando estas con Taehyung, ya sabes.

-Hyung...- rodó los ojos con fastidio. Jungkook no era de tratar a las personas como si fueran una perita en dulce.

-No sé, solo digo.

Las calles estaban más o menos despejadas. Habían matado a varios mordedores cuando salieron del departamento en busca de comida. Jimin insistió en acompañarlos, pero Yoongi se negó diciendo que no era necesario, cosa que era mentira porque solo quería ir con Jungkook para charlar con él sobre su actitud.

-Taehyung es...demasiado revoltoso.

-Eso no lo contradigo.- sonrió.- creo que te vendría bien hacerte amigo de Taehyung, a veces nos hace falta un poco de dulce a nuestra vida tan agria.- siguió, encogiendose de hombros.- yo...yo soy igual que tú, en mi personalidad, pero aquí, en este momento, debo saber controlarla, al fin y al cabo nadie quita que en un momento de peligro Tae, Namjoon o hasta Jin Hyung me salven el culo.

Jungkook iba a decir algo más, de no ser que cuando giraron en la esquina se encontraron con una horda de mordedores. Una mujer de mediana edad con su cuerpo más que descompuesto, puso su atención en ellos provocando que los demás también los miraran sedientos de carne humana.

Yoongi se quedó estático en su sitio sin saber que hacer, de no ser porque Jungkook lo agarró del brazo obligandolo a reaccionar y correr.

-¡HYUNG ESPABILA SI NO QUIERES MORIR!.- Yoongi parpadeó varias veces saliendo de su pequeño trance.

Los sonidos desagradables que hacían esos bichos los sentían al pie de sus oídos. Sus corazones latian a mil y la descarga de adrenalina que les brindaban las hormonas catecolaminas era lo único que los hacía correr y respirar correctamente en un momento como ese. Yoongi se giró ligeramente percatandose de que los mordedores eran más rápidos a la última vez que los vio.

«¿Acaso están mutando?»

Se metieron a un callejón donde había un bote de basura que les permitía subirse por unas escaleras que los llevaba a la azotea del edificio. Yoongi fue el primero en subir, todo su cuerpo temblaba y sus manos sudaban frío por los nervios. Jungkook apretó la mandíbula al ver que los mordedores entraban al callejon corriendo hasta ellos.

-¡Hyung más rápido!.- pidió. Yoongi llegó hasta arriba esperando por el menor. Jungkook se subió en las escaleras y cuando estaba a punto de dar el primer paso una mano agarró su tobillo. Movió el pie tratando de alejar al adolescente que quería alcanzar su pantorrilla y subió rápido las escaleras cuando logró patearle el cráneo dejando la zona hundida.

Jungkook se tiró de espadas al piso apenas estuvo en la azotea. Respiró varias veces tratando de calmar su pulso y controlar el temblor constante de sus manos. Yoongi se sentó a su lado aún en aquel ligero shock que lo agarró desprevenido.

El sonido de los mordedores queriendo llegar hasta a ellos aún se escuchaba, un poco más lejano, pero se escuchaba.

Yoongi miró sus manos ido. Ver a esa horda de mordedores lo paralizó por completo, no supo como reaccionar y casi mueren por su culpa.

-Lo siento, Dios, yo no...yo no supe que hacer.- Jungkook lo miró con el ceño fruncido.

-No te disculpes.- le restó importancia. Yoongi lo miró con ojos grandes, aún demasiado afectado por lo reciente.- a todos nos puede pasar algo así.

-Pudiste haber muerto.

-Bueno, si hubiera muerto habría tenido el privilegio de estar con mi familia.- sonrió queriendo aligerar el ambiente. Sin embargo, la calma fue lo menos que llegó.- hombre, quita esa cara.