MORT VIVANT | 1

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Jimin se colocó la ropa luego de darse un baño. Estaba un poco ansioso, pues la idea de no poder salir lo tenía un poco enfermo...bueno, tal vez no un poco, sino jodido completamente.

-¡¿Por qué no puedes tomarme en cuenta?! ¡También soy parte de este jodido grupo!.

Unos gritos provinientes del piso de abajo llamaron su atención. Se apresuró a bajar para ver lo que estaba pasando, encontrándose con un Seokjin muy enojado.

-¿Qué? ¿Me crees debil?.

-Jin...no es eso.

-¿Entonces qué es? ¿Mmm? Me estás haciendo sentir como un inútil, Namjoon.

-Solo no quiero ponerte en peligro.

-¡¿Y crees que encerrandome en esta casa estaré a salvo de el?! ¡Serás cabron!.- Jin se sentó en el sofá ignorando a su novio.

-Por favor hablemos, no quiero estar enojado contigo.

-No me importa, vete y no regreses.

En la sala se formó un gran silencio al escuchar lo que Jin acababa de decir, pero el mayor parecía tan molesto que no media sus palabras. Namjoon se dio la vuelta saliendo de la casa y cerrando con un portazo. Yoongi y Jungkook lo siguieron.

Se habían visto en la obligación de salir en busca de agua potable, ya que esta se había acabado y no se querían arriesgar a tomar del grifo por todo lo que estaba pasando.

Jimin se sentó a su lado con cautela una vez todos se fueron a sus habitaciones. No quería despertar más la furia del mayor.

-Hyung...

-Ya se que la cagué.- admitió.- no debí decirle eso último.

-No, no debiste.

-¿Y si de verdad no vuelve? No debí decirlo, lo he arruinado todo Jimin.

-Hyung no digas esas cosas. Namjoon Hyung volverá, él es una persona fuerte y sabe como defenderse.- aseguró.- sólo hay que esperar que vuelvan ¿si? Todo estará bien.

Jin asintió. No quiso decir eso realmente, lo que más quería era que Namjoon regresara sin ningún rasguño y completamente sano. Pero ¿y que tal si el karma le jugaba en contra?. Él amaba a Nam y si algo le pasaba no se lo perdonaría jamás. Lo condenó con sus palabras y ahora se arrepentía.

-Hagamos algo ¿Cuál es la comida favorita de Namjoon Hyung?.- dijo Jimin llamando la atención de Jin.

-Pollo agridulce chino.

-¿Sabes hacerlo?.- Seokjin asintió.- entonces hagamoslo y cuando Namjoon Hyung vuelva lo recibirás con ello.

Seokjin se ánimo y fue hasta la cocina con Jimin para empezar a preparar el pollo agridulce. Ambos chicos rieron y se contaron anécdotas de cuando eran pequeños, por ejemplo: Cuando Jimin tenía cinco años su madre le había comprado un conjunto nuevo de ropa y ese mismo día que se lo colocaron llovió dejando un gran charco de agua y lodo en el patio, tan solo era un niño, así que se metió en el charco sin pensarlo, el regaño que recibió de su madre jamás se le iba a olvidar.

Seokjin le contó que cuando era un adolescente le gustaba mucho jugar video juegos. Se la pasaba casi todo el día sentado en su cama mientras jugaba, hasta que un día la carga eléctrica fue demasiada y provocó que se fuera la luz en todo el vecindario donde vivía. Por supuesto que no dijo que fue por su culpa, actuó de una manera impecable preguntándose qué había pasado.

Las horas pasaron y el pollo ya estaba listo. Jimin y Seokjin estaban sentados en la mesa viendo el reloj que colgaba de la pared. Eran exactamente las seis y treinta de la noche, y Namjoon y los demás aún no llegaban.