MORT VIVANT | 1

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-Oh...hace mucho no veía el mundo exterior.- Jongsuk sostuvo el arma con fuerza caminando por los pasillos del centro comercial.

Habían hecho una pequeña parada a pedida de Hoseok, ya que estaba muy acostumbrado a revisar ciertos sitios así como cuando salía con el equipo de rescate.

-¿Desde cuándo no salías del submarino?- preguntó Jungkook con el ceño fruncido.

-Desde el día cero. Apenas escuchamos las noticias todos salimos directo al refugio, Moonbyul se encargó de contactar a cada uno.- su voz cambió a un tono más suave cuando mencionó a la peli gris. Yoongi y Jungkook se miraron a sabiendas de los sentimientos del castaño.- bueno ¿ya podemos irnos?

-Veamos los baños públicos. Tal vez tengamos suerte allí.- todos asintieron a las palabras de Hoseok y se encaminaron hacia ese lugar.

Era un poco extraño, ya que los mordedores no estaban merodeando por allí. Sí se encontraron a algunos fuera del centro comercial, pero adentro todo estaba en silencio. Entraron a los baños públicos abriendo puerta por puerta. Jungkook le metió una patada a una provocando un estruendo que retumbó en todo el lugar. Namjoon cerró los ojos contando hasta diez para no arrancarle la cabeza a Jeon por ser tan brusco.

Justo cuando estaban a punto de darse la vuelta para seguir con su camino, los ya tan conocidos sonidos de los mordedores llenaron todo el baño. Se acercaron pegando espalda con espalda y las armas arriba listos para defenderse.

-Mierda.- murmuró Yoongi mordiendo su labio inferior. Siempre que se encontraba con un bicho de esos su ansiedad se disparaba.

No tardó mucho cuando el primer mordedor apareció, luego el segundo, el tercero y diez más.

-¿Puedo disparar ya?- preguntó Jungkook colocando el dedo en el gatillo.

-¿Desde cuándo preguntas?- respondió Namjoon con otra pregunta.

Empezaron a disparar, y como siempre que lo hacían la adrenalina se les activaba. Por sus mentes pasaban sus parejas y todas las personas con las que habían creado un vínculo.

-¿De dónde coño salen tantos?- gruñó Hongjoong molesto. Su ceño estaba fruncido mientras disparaba a todo dar. Hoseok rió amargamente.

-Lo mismo me pregunto.

Más y más mordedores salían, las balas acabandose obligándolos a sacar los demás cartuchos.

-Utilicemos los cuchillos, si llegamos a Gimpo esas personas no se van a defender con palos y piedras.- sugirió Hoseok.- traten de sobrevivir, no le quiero dar malas noticias a sus parejas.

Jungkook sacó el cuchillo que tenía detrás del pantalón, lo mismo hicieron los demás. Acto seguido, esperaron a que los mordedores se acercaran.

Una mujer con su mandíbula desencajada y una pierna que mostraba todo el hueso se acercó a ellos con la intención de morderlos. Yoongi le dio una patada en la pierna partiéndosela y luego clavandole el cuchillo en el cráneo. Jungkook agarró a un adolescente por la cabeza desnucandolo.

-Joder, que feo huelen.- se quejó Jongsuk clavandole el cuchillo a una anciana que movía la boca mostrando su dentadura postiza.

-Están muertos ¿Qué esperas? ¿Olor a flores?-se burló Namjoon.

Los mordedores seguían apareciendo como hormigas, cada uno demasiado concentrado en lo suyo como para fijarse en los demás. Yoongi se vio rodeado por un momento, la adrenalina no dejando que sintiera algún dolor o tensión en el cuerpo. Jungkook se dio la vuelta, ayudándolo a salir de aquel agujero.

Minutos después, la cantidad de mordedores fue disminuyendo hasta que no quedó ninguno. El piso estaba lleno de cesos podridos, brazos partidos y huesos.