Cry For Me [Tokyo Revengers]

13

—¡Te voy a matar Yabuki!

—¡Yo solo quería saber que tipo se shampoo usabas! —Chillé corriendo por mi vida.

—¡Ven aquí pequeña mierda!

—¡Ayuda me persigue Chucky! —Chillé saltando a la espalda de Mucho.

—¿Eh? ¿Tú quien demonios eres? —Cuestionó el chico de cubrebocas a su lado.

—Es Kanu, la amiga de los comandantes. —Dijo Mucho dejándome en el suelo. —¿Qué demonios te pasa Baji?

—¡Esa idiota me jaló el cabello, y me arrancó un mechón!

—¡No es cierto, ya te dije que te lo puedo pegar con un chicle! —Exclamé extendiendo el mechón de cabello.

—¡Hija de puta! —Exclamó tratando de acercarse pero Mucho no lo dejó.

—Jijiji, en tu cara mugroso. —Me burlé.

Pero no contaba con que Mucho se hiciera a un lado dándole pase a Baji para tratar de atacarme, así que rápidamente desplegue mi bastón y le di un bastonazo.

—Chin, ya lo maté. —Dije medio asustada medio divertida. —Ahorita se levanta. Hola soy Kanu Yabuki y nunca he comido un pez. 

—Sanzu. —Dijo el chico del cubrebocas.

—¿Estás enfermo o...? —Ladeé mi cabeza parpadeando rápidamente. —Tienes bonitos ojos oye.

—¡Kanu, deja de coquetear y ven aquí! —Exclamó Smiley molesto.

—¡Cierra la boca cabello de estropajo!

—Oye hasta a mí me ofendes. —Dijo indignado Angry.

—Perdon, sabes que nunca es contra ti. —Le dije pellizcandole la mejilla. —¿Qué quieres tú?

—Te habla Mikey, quiere presentarte a alguien dice. —Murmuró. —¿Ese es el cabello de Baji?

—¿Este? —Señalé el mechón. —Si, lo voy a vender, me van a dar mucho por esto.

—Suerte con eso. —Rió.

Guardé el mechón en mi bolsillo y fui caminando hacia donde se encontraba Mikey con un mango chupado, es decir, Takemichi.

—Kanu, que bueno que llegas. —Sonrió Mikey. —Quiero presentarte a Takemicchi Hanagaki, también es amigo nuestro.

Cuando conecté miradas con Takemichi tuce una rara sensación.

«Te dije que era como tú. »

—¿Sentiste eso? —Preguntó sorprendido.

—¿Eh? —Me encogí de hombros. —¿Y Drakencito?

—Ah, está por allá con Emma. —Dijo Mikey algo indiferente mientras señalaba con su cabeza hacia donde estaban.

Entrecerré mis ojos y asentí. Pero preferí ir con Chifuyu y Baji.

—Bajito, ¿Meperdonas? —Sonreí con inocencia.

El pelinegro iba a atacarme pero extrañamente llevaba unas esposas de peluche.

—Me las prestó Mucho para detenerlo. —Avisó Chifuyu.

—Orale que buena onda. —Sonreí. —¿Meperdonas?

—Me vuelves a quitar un mechón de cabello y te mato. —Amenazó y yo asentí. —Ahora vete porque me dan ganas de darte una patada.

—Ay bueno.

Hacía poco que Mikey me había presentado con los miembros de la Toman, y logré hacerme cercana a ellos. Fue difícil, pero se logró.

Aún estaba tratando de acercarme a todos para ver con quién me junto además de con los gemelos.

—Oi Kanu, ¿Me acompañas? —Preguntó Draken y yo asentí feliz.

La mocosa ya no estaba, así que por eso me habló. Bueno no importa ya estamos juntos, eso es lo que importa.

—¿Que ocupas? —Pregunté con una sonrisa.

—Sabes, desde aquella vez... Aunque no puedo recordar la sensación, me gustaría estar dentro de ti otra vez. —Dijo sujetando mi mejilla y tocando con su pulgar mi labio inferior.

—¿A q-que te refieres? —Balbuceé.

—¿Me ayudas ahí abajo? —Señaló su entrepierna, la cuál estaba más que despierta. —Sé buena chica.

¿Esta sería la única forma de estar con él?

Draken nos guió hacia los baños, nos encerramos en un cubículo y aunque no estaba muy segura me puse de rodillas.

¿Él me va a querer si hago esto, verdad?

Él se desabrochó el pantalón y lo bajo junto a sus boxers. Fue entonces que comencé mi trabajo.

«Eres tan malditamente idiota, es obvio que solo te quiere para polvos.»

Pero si es la única forma en la que puedo estar con él, no importa qué.

«Si claro, tu misma lo viste hablando con esa mocosa, está claro que él tiene sentimientos por ella y tú solo te estás rebajando a ser la puta de Draken.»

Cállate eso no es verdad.

«Creí que éramos más inteligentes que esto, un favor, respetate tantito.»

Mejor regresa a dónde perteneces, maldita Kanu del futuro.

«Sigue hablando pequeña mierda.»

Draken acabó en mi boca, y aunque me desagradara el sabor tuve que pasarlo por mi garganta.

—Buena chica. —Dijo sonriente mientras acariciaba mi cabeza.

Comencé a sentirme mal conmigo misma, me sentía humillada.

Me levanté y lo seguí por detrás.

¿Quererme? Es lo que hago, me amo a mi misma, eso es obvio.

—¿Saldremos después, cierto? Habíamos quedado ya. —Le dije sonriente, tratando de olvidar lo que había sucedido.

—Ah sobre eso, decidí salir con Emma, espero que no te moleste.

—No, claro que no. —Dije forzando una sonrisa.

Esa mocosa sigue interfiriendo, ¿Debería hacer algo?