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22 de febrero.

Tiempos oscuros se acercannnn.

Había pasado un mes o dos desde que le dije a los chicos, también les dije a mis padres y ciertamente si pusieron la denuncia en contra de Taiju, y al parecer lo detuvieron.

Fuera de eso, estaban algo... Molestos, y confundidos. No sabían si querer al frijol o no, y yo estaba igual, no sabía si lo quería o no, o si llegaría a quererlo.

Bueno, en estos largos meses, Mikey fue quien me estuvo ayudando, y sacando a pasear. Me compraba mis antojitos, o incluso me ayudaba a sostener mi cabello cuando me daba por regresar la comida. Incluso cuando me quedaba dormida él estaba ahí conmigo haciéndome piojito, y para cuando despertaba lo encontraba hablándole a mi pancita.

Ya estaba algo crecida y eso me sacaba de onda, y muchas veces me puse a filosofar de cómo era posible que un ser vivo no tan vivo pudiera crecer dentro de otro ser vivo, o sea... Mis clases de biología fracasaron.

—¡Kanu Yabuki! —Escuché un grito detrás de mi. Me giré para ver de quién se trataba y eran Mikey junto a Emma. —¿Hacia a dónde vas?

—Ah, a ningún lado, solo quería caminar un rato. —Sonreí levemente.

—¿Quieres acompañarnos? Iremos al cementerio a visitar a nuestro hermano. —Dijo Emma sonriendo.

—¿Hermano? ¿No solo eran ustedes dos?

—Nop, Shinichiro es el hermano mayor. —Dijo Mikey pellizcando mi mejilla para después darme un beso en esta. —Y supuestamente tenemos otro hermano o algo así parece.

—¿Y está bien que yo vaya?

—Claro, Mikey le ha hablado de ti y del frijolito a Shinichiro. —Dijo burlona Emma.

—Emma, silencio. —Le dijo Mikey apenado.

Ambas nos reímos de él, Emma pasó su brazo por el mío y comenzamos a caminar.

—¿Y ya has pensado en nombres? —Preguntó Emma mirándome.

Desde que les contamos a los chicos de mi embarazo, Emma también se enteró y al igual que Mikey estuvo conmigo, no todo el tiempo pero ahí estaba. Incluso me regaló un par de calcetincitos para el bebé.

—Uhm, he pensado en Jin si es un niño, y Moon si es niña. —Le dije tomando la mano de Mikey para entrelazarlas.

—Estoy emocionada, sería la primera vez que pueda ver a un bebé de cerca y poder estar con él. —Sonrió emocionada.

Cuando llegamos al cementerio, nos encontramos con Takemichi, Inui y otro chico. Inui tenía agarrado al chico y estaba apunto de golpearlo.

—Ya es suficiente Inupi. —Le dijo Mikey soltando mi mano para ponerse frente a nosotras.

—¿Mikey? —Pregunto sorprendido Takemichi.

—Hermanos, ¿También visitan la tumba? —Dijo de forma cínica el chico de ojos super claros.

—Takemichi, aleja a las chicas de aquí. —Pidió Mikey.

Takemichi nos sacó del cementerio.

—¿Ese era mi hermano mayor? ¿Izana cierto? —Preguntó Emma curiosa.

—¿En serio van a pelear contra esos tipos hoy? —Cuestioné cansada. —Los chicos solo saben pelear y pelear, deberían ponerse a hacer algo productivo.

—Ah, me pone algo nerviosa la situación, Mikey casi nunca demuestra lo que siente, ni siquiera cuando Shinichiro murió... —Murmuró ella. —El líder de la Tokyo Manji Gang, el invencible Mikey, él solo quiere demostrar su fortaleza a los demás. Pero ni siquiera puede dormir sin su manta, ni porque esté toda apestosa y con agujeros. Él siempre me apoya, así que creo que es mi turno de hacerlo.

Le sonreí a Emma y ella a mi.

—¿Quieren algo de tomar? Yo invito. —Propuse y con Emma comenzamos a caminar hacia el dispensador.

«Emma va a morir, ¡Sacala de ahí!»

Miré hacia atrás, donde se escuchaba el sonido de una moto. Ahí estaban Kisaki y Hanma.

Todo ocurrió tan rápido, empujé a Emma hacia un lugar seguro, Kisaki se asustó por lo que bajó el bate, y Hanma se desestabilizó y casi me atropellan, pero logró mantenerse.

Solo pude sentir un impacto en mi estómago, y luego caí al suelo.

Grité horrible al sentir un dolor inmenso en mi vientre, al igual que en mi cabeza cuando caí.

—¡Kanu! —Exclamó Emma corriendo hacia mi.

—¡Kanu! —Takemichi también corrió hacia mi y trato de moverme.

—¡No me toques! ¡Aléjate! —Chillé sujetandome el vientre, me dolía, sentía como una presión en el pecho porque sabía que pasaría.

«Kanu... Jinnie ya no está... nunca estuvo.»

La Kanu del futuro lloraba con desesperación, y yo también comencé a llorar.

—¡Kanu! —Exclamó Mikey corriendo hacia mi.

—Jin ya no está, ya no está. —Sollocé.

Emma llamó a una ambulancia, la cuál llegó en unos minutos, Mikey se subió conmigo.

—El bebé va a estar bien, ya lo verás, Kanu estará bien.

—No lo entiendes. —Sollocé. —Ya no está, ya no puedo sentirlo.

Para cuando llegamos al hospital, me hicieron una ecografía, y no, ya no había señales. Tuvieron que llevarme a nosédonde para sacarme lo que en algún momento fue un feto.

No quise ni verlo, me sentía fatal... Pero era eso o que Emma muriera.

—Kanu, tú estás bien, eso es lo importante. —Me dijo Mikey sin dejar de besarme las mejillas.

Lloraba silenciosamente.

—Mikey... ¿Recuerdas... qué te había dicho que en algún momento te daría una respuesta positiva? —Lo miré mordiéndome el labio. —No es la mejor situación para mí, pero... También me gustas.

Mikey sonrió con lágrimas en los ojos, tomó mis mejillas y me besó.

El doctor había recomendado que me quedara por algunas horas o el día completo en el hospital, ya que según podía haber algún peligro. Mikey estaba en la sala de espera, ya que Emma había querido verme.

Draken había venido, y según me enteré por Emma, se había molestado con Mikey por no poder protegerme o incluso a Emma quien si no hubiera sido por mi pudo haber muerto. Aunque hace un rato Mikey estaba bien, después de la discusión con Mikey estaba algo triste, por eso no quiso pasar a verme de nuevo.

Takemichi se fue porque aún había una pelea que ganar, Draken y Mikey estaban afuera según a lo que me dijo Emma, incluso Hina había venido.

«Kanu, si ellos no pelean, la Toman estará en serios problemas, incluso en el futuro todos podrían morir.»

Ninguno de los dos quiso ir a la pelea porque querían asegurarse que estuviera bien.

—Emma, dile a los imbéciles que estoy bien y que vayan a ganar esa pelea. —Le gruñí.

—Mikey dice Kanu que vayan a la pelea. —Dijo cansada Emma desde la puerta.

—Emma dile a Kanu que no vamos a movernos de aquí hasta que esté bien.

—Emma dile al baboso de Draken que estoy bien, y que si quiero puedo irme.

—Emma dile a la burra de Kanu que no se puede ir porque aún corre peligro.

—A ver hijos de su mandarina, vengan los dos para acá. —Exclamé y los dos vinieron cual perritos regañados. —Ustedes van a ir a esa pelea y Emma va a cuidarme.

—Negativo, no me voy a ir de aquí. —Gruñó Mikey.

—Mikey y Draken, ¿Puedo hablar con ustedes? —Preguntó Hina desde afuera.

—Vayan mugrosos.

Cry For Me [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora