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—¿Black Dragons? ¿Cómo para qué?

—Bueno, eres algo así como un diamante que todas las pandillas quisieran obtener, pero lamentablemente estás más del lado de la Toman que de cualquier otra. —Me dijo Koko manejando.

—¿Estás bromeando? Soy una pueblerina con un nopal en la frente. —Dije con burla.

—Kanu, no es una mentira, pronto te presentaré con los demás y si el jefe lo aprueba, y tú estás de acuerdo, podrás ser la primer chica en formar parte de una pandilla. —Dijo con una sonrisa para después lamerse los labios.

Viré los ojos y me puse a contestar mensajes a lo loco.

Para cuando llegamos a dónde los Black Dragons se reunían, pude distinguir entre todos al jefe, Taiju Shiba, ya que él era todo un gorila incluso podría decir que más alto que Draken.

Bajé del auto mostrándome cuál diva, obviamente con Koko abriendome la puerta antes.

Miré a mi alrededor, todos me miraban.

—¿Y ésta qué? —Exclamó un chico.

—Las chicas no son bienvenidas, Koko.

—¿Por? —Miré al segundo chico.

—Las chicas son débiles y molestas. —Bramó.

Saqué mi bastón desplegandolo rápidamente, pasándolo por detrás de sus piernas para tirarlo.

—Ya, díselo al piso. —Bufé virando los ojos. —¿A esto me trajiste?

—Jefe, traje a Kanu Yabuki. —Dijo Koko con emoción.

—¿En verdad es ella? —El tipo, de nombre Taiju se acercó y yo sentí mi cuello doler de solo mirar hacia arriba. —La imaginaba más robusta y alta.

—Mis uno sesenta y siete se sienten ofendidos. —Bufé cruzándome de brazos.

—Si crees que puedes derribarme, hazlo. —Propuso.

—¿Con lo que sea?

—Con lo que sea.

—Okay. —Me encogí de hombros y saqué mi Bibidi Babidi Bu, y lo electrocuté haciéndolo caer de rodillas. —Dijiste con lo que sea.

Y para rematar le solté una patada.

No quedó noqueado pero si atarantado, se levantó con una sonrisa.

—Me agrada. —Dijo tocándose la cara. —Estás dentro.

—¿Qué? ¿En donde? ¿No estábamos al aire libre?

—No mensa, eres parte de los Black Dragons, felicidades. —Me dijo Inui entregándome una chaqueta como la de ellos.

—¿Escuismi? —Miré a todos asustada.

Esto no era parte del plan Rumpelstiltskin.

Koko me puso la chaqueta pero en ese momento llegó Takemichi, Hina, un chico y una chica. Taiju se había ido.

Aún estaba shockeada por lo que había pasado, ¿En qué momento? Ni siquiera estaba de acuerdo.

Solo pude reaccionar cuando la castaña saltó y le dio una patada en la cara a Inui.

—No toques a mi hermanito. —Gruñó ella.

—Quedate atrás Inupi, son los hermanos del jefe.

—Le juré lealtad al jefe, pero no pienso soportar éstas mierdas. Te mostraré quien manda aunque seas una chica. —Gruñó Inui intentando acercarse, pero yo lo sujeté del brazo.

—Si tocas a cualquier chica, te voy a meter un poste en el culo. —Bramé.

—No tienes ningún maldito derecho en Black Dragons, eres solo una más. —Gruñó soltandose de mi agarre.

—Claro, pero si yo quiero puedo meterte preso, ¿Te agrada eso?

—Basta basta. —Koko me separó de Inui.

En eso, Taiju llega hecho la mocha y taclea a Takemichi, no pude siquiera acercarme porque Koko pasó su brazo por mi cintura y negó sonriente.

Taiju lo golpeó dos veces.

—¿Y éste tipo quien es? —Cuestionó el grandote.

—¿Lo golpeas pero no sabes quién es? Bien ahí jefe. —Rió Koko. —Es Takemichi Hanagaki, el subcapitán de la primera división de la Toman.

¿Subcapitán? ¿Cuándo pasó eso? ¿De qué mierda me pierdo cuando estoy teniendo una cita conmigo misma? ¿Y Chifuyu ya no es subcapitán?

Taiju comenzó a decir que iba a matar a Takemichi, y que todo caería en la consciencia de Hakkai por no unirse a él en los Black Dragons. La castaña quiso oponerse pero Taiju la golpeó fuertemente, tirándola al suelo. Corrí hacia ella para verla.

—Estoy bien, estoy bien. —Murmuró.

Taiju siguió golpeando sin piedad a Takemichi, quise hacer algo pero la chica me detuvo, incluso a Hina quien también quería acercarse.

—No, él no tendrá piedad con ustedes ni siquiera por ser mujeres. —Dijo dolida pero mostrándose fuerte.

—Tenemos que hacer algo, no es cuestión de si tiene piedad o no. —Gruñí soltandome de su agarre. —¡Taiju!

—¿Qué mierda quieres, diamantito? —Exclamó sin dejar de golpear a Takemichi.

—¡Detente o voy a hacer que te pudras en la maldita prisión!

—¿Ah? Mocosa, esas mierdas no funcionan conmigo. —Taiju me pateó en el estómago. —Aprende a respetar a tu superior, idiota.

Cuando él iba a golpearme nuevamente, Hakkai lo detuvo.

—Me unire a los Black Dragons pero déjalos en paz. —Dijo finalmente.

—Que buenas decisiones tomas. —Sonrió y me tomó del brazo para levantarme del suelo. —Kanu, una orden, no te metas conmigo si no quieres morir. Tus estúpidas amenazas solo con los demás, conmigo, es diferente.

—Oye no. —Traté de safarme de su agarre pero no podía. —No quiero ser parte de tu estúpida pandilla, ¡Ni siquiera acepté!

—Caray que pena, pero ahora eres parte de nosotros, así que te callas y aprendes. —Gruñó empujandome, y por suerte Inui me sujetó antes de caer.

—Caiste en las garras del tigre. —Dijo Inui como con lástima.

«Oh mira esto, nuestro futuro cambio.»

¿Que hay en ese futuro?

«Algo e-pe-ta-cu-lar.»

Imbécil.

Cry For Me [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora