Thirty eight

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Scarlett y Roger se encontraban en casa de su madre, habían ido a almorzar en una reunión familiar. Era un domingo soleado en Londres, y Roger junto a la pareja de Wini habían preparado una rica lasagna.

- Disculpen, paso al baño. - sonrió Scarlett.

- Oh por supuesto querida, ya sabes dónde está... Como en tu casa.

Scarlett se incorporó con su gran panza de nueve meses.

Los últimos días habían sido complicados, no era fácil cargar con una panza tan grande. Habían hecho los últimos estudios del embarazo para corroborar que la bebé estuviera bien. También habían escogido su nombre, sería Rory. Rory Eleanor Taylor.

Al llegar al baño hizo sus necesidades, y una vez que terminó mientras se lavaba las manos sintió una punzada en su panza. Aquél sentimiento era nuevo y extraño.

- Uf, Rory ¿Eso no fué una patadita cierto? - miró su vientre bufando. Llevó una mano a éste. Estaba duro, más duro que de costumbre. Suspiró y dedicó un pequeño masaje para aliviar la sensación.

Una vez se recompuso un poco salió del baño y volvió a la sala principal.

- ¿Todo en orden, cielo? - preguntó Roger con cariño, mientras limpiaba la comisura de sus labios con una servilleta terminando de almorzar.

- Ajá. - sonrió y se sentó al lado de su esposo.

Volvieron a lo que estaban, terminar de almorzar entre charlas. Cuando Winifred y Roger se pararon hacia la cocina a buscar el típico postre que jamás faltaba en la residencia Taylor, Scarlett quiso pararse a ayudar también pero una vez más sintió aquella sensación en la panza y ahora fué más como un dolor que se extendía hacia los huesos.

Quedó paralizada y tuvo que sostenerse de la isla de la cocina. Está vez sintió un líquido correr por sus piernas, oh cielos, había roto fuente.

- ¿Querida estás bien? - Winifred y Roger enseguida socorrieron a la muchachita, y al ver que había roto aguas sus expresiones cambiaron. completamente -¡Scar has roto fuente! - exclamó sorprendida.

- Oh dios, eso explica la contracción en el baño. - confesó sin quitar la vista del suelo asustada, y masajeandose la espalda con la otra mano.

- Tranquila cariño, estoy aquí contigo. - Roger la sostuvo por la cintura con preocupación. El ya se había informado de todo lo que iba a ocurrir, pero aún así el miedo de la situación le ganaba un poco.- Ya es hora, ¿Cierto?.

- Ya es hora niños, ¿Que esperan? Vamos, vamos. ¡Es hora de ir a buscar las cosas de Scar y de la bebé! - Winifred comenzó a dar pequeñas palmadas apurando a la pareja, que parecía estar en estado de Shock. Roger sonrió amplio.

Todos salieron de la cocina a dar la noticia a los demás en el comedor, con sorpresa y felicidad los demás comprendieron por qué la pareja se iba tan rápidamente y acordaron que en minutos también estarían en el hospital.

Roger comenzó a conducir junto a Scarlett a su lado hacia su residencia, y Scarlett sintió cómo otra contracción volvía.

- Ah, cielos, otra contracción. - se quejó frunciendo el ceño e intentando aliviar el dolor con un masaje en vano.

- Resiste cariño, buscamos tus cosas y vamos derecho al hospital, ¡Nuestra niña va a nacer hoy! No puedo creerlo. - comentó emocionado sin quitar la vista del camino.

Tal como habían planeado, Roger bajó como una luz por las cosas de Scarlett, el bolso de la bebé y un "huevito" para transportar a la niña una vez que nazca por el hospital y en el auto específicamente, para volver a casa.

A Kind Of Magic | Roger TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora