A Kind Of Magic | Roger Taylor

Thirty six

Cuando el doctor le dió la respuesta a Scarlett, la muchacha quedó anonadada todo el viaje a casa.

Ella estaba embarazada. No podía creerlo, después de tanto tiempo, de tantas idas y vueltas al asunto.
Había ido sola a la cita con el doctor, puesto que Roger estaba con los chicos grabando en el estudio para el nuevo álbum.

El rubio no llegó hasta la noche, y le dió bastante tiempo a Scarlett para pensar una buena idea para contarle la noticia a su esposo.

– ¿Cariño? Ya estoy en casa, ¿Dónde estás? – oyó la voz de Roger en la planta baja, corrió escaleras abajo para encontrarse con su esposo.

– ¿Cómo estás? – preguntó saltando encima de Roger enroscado sus piernas en su cintura, éste la sostuvo con fuerza y la besó tiernamente.

– Bien, feliz... Cansado. Ha sido un día largo. Pero hablemos de ti, ¿Fuiste a la cita con el doctor Ferguson? ¿Tenía el resultado? – preguntó rápidamente. Roger sabía que aquella tarde sería decisiva para saber si Scar estaba embarazada o no. Toda la tarde había estado pensando en ello.

– Si, sobre eso... – musitó bajandose de encima de Roger. Éste no le quitaba los ojos de encima, atento a cualquier respuesta que ella pueda darle.

– ¿Qué? ¿Qué ocurre Scar?

– Verás... El nos dijo que podía ser complicado concebir tan rápido después de haber estado tomando pastillas anticonceptivas por tanto tiempo...

– ¿Qué ocurre? ¿No estás embarazada?

– No... – mintió. No podía contenerse ante la expresión del rubio, su cara se desfiguró completamente. Pero quería darle la noticia después, y que sea una sorpresa. Aún así se sentía muy mal por él, lo que menos quería en el mundo era ver triste al amor de su vida.

– ¿Es-estas segura? – preguntó después de unos segundos, con aquella expresión de desilusión en el rostro. Sus azules ojos estaban apagados. – ¿Él te lo dijo?

– Si cariño... Me temo que si. No estoy embarazada. – suspiró siguiendo con la mentira, la verdad tendría que esperar hasta el mejor momento. – Pero no debemos desanimarnos, aún podemos volverlo a intentar... Éstas cosas requieren tiempo...

– Lo sé, lo sé cariño. – suspiró y la tomó de los hombros para abrazarla suavemente. – Es sólo que estaba muy emocionado con la idea de que ya pudieras estar embarazada... – musitó teniéndola en sus brazos.

– Pero aún tenemos tiempo, podemos volverlo a intentar ya te dije...

– Si, lo sé. – suspiró una vez más y se separó un poco bajando la mirada.

– Hice ramen... – comentó intentando animarlo.

– Primero iré a darme una ducha, ¿Si? – habló apenado mientras se dirigía escaleras arriba.

Scarlett lo miró apenada como subía con la cabeza gacha, no podría aguantar mucho más.

• • •

Mientras comían en silencio, Roger no quitaba la vista de su plato, y aunque el ramen sea una de sus comidas japonesas favoritas, no parecía alegrarlo en absoluto.

– Mientras volvía del trabajo te he comprado un regalo... – rompió el silencio mirándolo, mientras se limpiaba la comisura de los labios con una servilleta.

– ¿Un regalo, por qué? – preguntó desanimado, jugando con sus fideos.

– Porque te amo, cariño.