Thirty five

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Roger se encontraba dándole de comer a Silvestre cuando oyó la puerta principal abrirse, por la hora que era supo que Scarlett llegaba del trabajo.

– Ya estoy en casa. ¿Roger estás aquí?–  oyó su voz desde la sala, éste salió de la cocina para ir a encontrar a su amada.

– Hola cariño... – sonrió de lado.

– ¿Cómo estás? Que bueno que estés aquí, pensé que podrías estar ensayando. – sonrió y le dió un beso de saludo en los labios, luego dejó su bolso y tapado en un perchero que tenían a penas entraban a la casa.

– Hoy terminamos antes, estoy completo para ti. –le sonrió de lado divertido.

– Eso suena bien, ¿Cómo te ha ido?

– Bien, estamos trabajando en un tema nuevo que propuso Freddie. Aún no tenemos el nombre, pero la base está muy buena. – explicó aún tomándola por la cintura, y se agachó un poco para cargarla por las piernas y llevarla consigo hasta el sillón, haciendo reír a Scarlett.

– Muero por oírlo, ¿Cuando puedo ir?

– Cuando tengas un tiempo libre por la mañana o la tarde. ¿A ti cómo te ha ido?

– Bien, normal. Estoy trabajando en un vestido nuevo que cambie completamente el diseño, pero ésta vez sé que va a quedar mejor de lo que esperaba. – comentó orgullosa una vez que ambos estuvieron en el sofá, y ella aún encima de sus piernas mientras peinaba su rubio cabello hacia atrás con cariño.

– Te he echado de menos... – Murmuró escondiendo su rostro en el cuello de la muchacha.

– ¿Si? Estás más meloso que de costumbre, ¿dónde está el viejo Roger?– preguntó Scarlett bromeando y Roger soltó una risita.

– Sigue aquí... Solo que es una versión mejorada, ya te lo dije. – se unieron en risas.

– Por cierto, he llamado al doctor Ferguson... – cambio de tema jugueteando con el borde de su camisa, sin mirarlo a los ojos. Roger sintió su corazón saltar en su pecho y se incorporó un poco.

– ¿Al doctor Ferguson? Es decir...¿Es por lo que nos dijo? ¿Ha-has cambiado de opinión? – habló con rapidez y con algo de entusiasmo en su voz. Scarlett soltó una risita algo avergonzada y alzó la vista encontrándose con esos azules ojos que tanto amaba. Se encogió de hombros y fue respuesta suficiente para Roger, que la abrazó con fuerza por la cintura. – Oh, que grandes noticias mi amor... No tienes idea lo feliz que me hace escuchar eso... De verdad. Si fuera por mi iríamos ya mismo. – rió en el abrazo.

– Ya tomé mi decisión. Y supongo que una parte de mi, había quedado encantada con la idea del posible embarazo. Después de oír la noticia de Verónica, algo volvió a despertar en mi. – explicó y se separó un poco para rozar sus narices. – Te amo, Roger. Quiero que tengamos un bebé.

Roger no podía mencionar otra palabra más, porque la felicidad no cabía en su pecho. Solo observó sus labios con una gran sonrisa en el rostro y le dió un gran beso lleno de amor y felicidad.

• • •

Unas dos semanas después, Scarlett tuvo que pasar por varios análisis para chequear que todo en ella "anduviera bien" para engendrar un pequeño Taylor en su vientre.
Los exámenes con éxito salieron todos positivos, debido a que ya había estado cuidando el tema de la anemia.

El doctor también le había recetado empezar a tomar ácido fólico, y ahora solo faltaba ponerse en campaña para concebir al bebé.

A Kind Of Magic | Roger TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora