Seven

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Maratón 2/5

Scarlett despertó el viernes por la mañana. Notó que a su lado John aún dormía plácidamente. Se incorporó y buscó su ropa para ir a cambiarse al baño. Pero al bajar las escaleras escuchó que en la habitación de Roger, él y Susan parecía que estaban discutiendo en voz baja, casi en susurros.

No quiso ser entrometida así que se metió al baño. Minutos después salió ya lista y cambiada, Roger desayunaba un té en la cocina, estaba solo y sumido en sus pensamientos.

– Buenos días.- Murmuró Scarlett sin mirarlo y se dispuso a hacerse un café con leche.

– Buen día. –Le respondió el rubio por lo bajo. Scarlett lo miró curiosa.

–¿Cómo dormiste?

– De maravilla.

– No parece...

– Pues qué mal. –Scarlett se quedó mirándolo en silencio. Pero no se fué de ahí, una parte en ella quería quedarse con el y ayudarlo a que cambie el humor de perros que traía.

– ¿Te gustó el regalo? – Preguntó con timidez. No quería decirle aún que había sido ella, pero entró en pánico al no saber que decir. Roger se quedó pensativo unos segundos y volteó a verla mientras Scarlett servía agua en una taza. Anoche había visto el auto de colección en su bolso, pero la verdad es que eran tantos que no tenía idea de quién podría haber sido.

– ¿Fuiste tú? – Preguntó, Scarlett asintió con la cabeza. – ¿Por qué hiciste eso?

– Ví que te había gustado... Además ahora me sirve como una especie de disculpa por arruinarles el momento anoche. – Comentó divertida, pero algo apenada por dentro. Le hubiera gustado que Roger no haya llevado a nadie y hubiera dedicado esos días a divertirse entre amigos. Solo amigos.

– No arruinaron nada... Y no tenías que comprarme nada. – Hizo una mueca.

– Bueno, podemos devolverlo...

–¡No! Es decir... De hecho me gusta mucho. – sonrió algo tímido. Aquella chica lo intimidaba.

– Eso quería oir... ¿Puedo desayunar contigo?

– Por supuesto. – soltó una risita. – Gracias...

– ¡Por nada! Los amigos se hacen regalos Roger, no es lo más extraño que haya hecho alguien. – La castaña intentó quitarle importancia al asunto. Y Susan apareció en la cocina, se veía seria.

– Hola. – Saludó a Scarlett y comenzó a prepararse el desayuno. Scar se sintió algo incómoda entre la situación tensa de la pareja, y un silencio incómodo reinó en la cocina.

– Buenos días mis bizcochitos. – Entró Freddie por la cocina sonriente y radiante, y Scarlett agradeció por eso.
Por otro lado, Roger se maldecía por sus adentros, ya que le hubiera gustado desayunar con Scarlett a solas, y que la castaña lo haga reír con sus bromas.

. . .

Una vez todos despiertos se dirigieron a las piletas del complejo, ya que hacía calor en Margate, y Roger se negaba a ir a la playa porque no se "quería quemar con el sol".

– ¡Fuera abajo! –Gritó John tirándose en el agua desde un trampolín. Scarlett cuidaba su cámara desde el borde de la piscina.

– ¡Deaky! – Lo regañó Mary entre risas, que estaba dentro de la piscina junto a Freddie y Chrissie.

– Bien, posen para la foto. Ahora ya me convertí en una fotógrafa profesional. – Bromeó Scar mientras apuntaba al grupo dentro de la piscina.

A Kind Of Magic | Roger TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora