Eighteen

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– A ver, voltea un poco. – le indicó Scarlett mientras hacia unos bocetos en su libreta.

Roger había accedido ayudarle para crear varios de sus diseños para el proyecto de fin de año. Diciembre estaba a tan solo un mes. Varios diseños "femeninos" ya estaban terminados, y le quedaban unos cuantos más unisex y masculinos.

– ¿Y, que tal? – preguntó el rubio volteando. Traía unos pantalones a cuadros color café que aún no estaba terminado, una blusa blanca y encima una extravagante chaqueta de cuero con flecos y unos dibujos que Scarlett misma había pintado encima con pintura para cuero.

– Te queda asombroso, pero a ti todo te queda asombroso. – Acotó atando su cabello en una coleta y Roger sonrió. Silvestre -su nuevo gatito- comenzó a tironear del pantalón de Roger

– Silvestre, para. – alejó al gatito con cuidado entre risas. – Me siento una prostituta de diseños. – Scarlett soltó una carcajada.

– Falta ajustar un poco el pantalón. Y quizá cambie esa blusa, se ve muy... Simple. – lo observó pensativa acercándose a Roger que estaba parado en la mesa ratona. Estaba ahí para que Scarlett tenga una mejor visión del atuendo en conjunto. Ahora Silvestre había empezado a jugar con una tela que Scarlett había dejado en el suelo. – ¡Silvestre, no! – lo regañó y lo alzó.

– No dejes las cosas en el suelo, sabes que Silvestre agarra todo lo que ve. – dijo el rubio entre risas mientras acariciaba a silvestre, sacándoselo de las manos.

– Si ya veo...

– Yo creo que se ve genial. – Roger volvió a tomar la conversación. – O una negra. Si elijes algo más con diseño le sacarás el protagonismo a los pantalones...y en especial a la chaqueta. – Sugirió el rubio.

– Diablos... Tienes razón. – lo miró pensativa. – Me has estado prestando atención. – sonrió orgullosa y se acercó a besarlo. Roger dejó al gatito nuevamente en el suelo que ya estaba inquieto, y salió corriendo a jugar.

– Por supuesto que lo hago, todo el tiempo. – sonrió embobado y el timbre resonó en toda la sala. – que extraño... No esperaba a nadie.

– Yo si, deben ser Freddie y Mary... Espero que no te moleste que los haya invitado. – se encogió de hombros avergonzada.

– Para nada nena, pero me hubieras avisado así compraba algo para comer...– Acotó el rubio bajandose de la mesa.

– Oh no, era solo para que vengan a ver los diseños... – comentó emocionada. Roger se dirigió hacia la puerta y al abrir efectivamente ahí estaban Mary y Freddie.

– ¡Pero si es mi modelito más bello! – exclamó Freddie al ver a su amigo vestido así, y se dieron un abrazo en saludó.

– Cállate tonto.

– Te queda fenomenal, ¿Has considerado ser modelo? – pregunto separándose y entrando a la casa.

– Por ahora no... Pero ya que lo mencionas... Hola Mary.

– Hola Rog. ¡Hey asombrosa chaqueta!

– La remodeló tu amiga, es una maldita genio. – saludó a la rubia y cerró la puerta principal.

– Gracias por invitarnos, amor. – Freddie abrazo a Scarlett.

– Por nada, quería que sean los primeros en ver los diseños... Además también necesitaba su opinión.

– ¿Que estamos esperando entonces? Rubia,  comienza a desfilar tu flacucho trasero para nosotros.

Roger soltó una carcajada y asintió con la cabeza. Caminó por la sala enseñando lo que traía puesto mientras Scarlett les explicaba el por qué de cada prenda, explicaba las telas que había usado, colores y el significado un poco más profundo que ella le daba. Roger desfiló unos dos trajes más, y Scarlett también explicó cada uno.

A Kind Of Magic | Roger TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora