Hace un par de meses que he conocido a un chico... pero no es como el resto.
Honestamente estaba tan vuelta en mareo por tanta toxicidad acerca de las relaciones fallidas y los malos tratos de las personas que ya no estaba interesada en lo más mínimo: requería de un fuerte y largo respiro del cual me fortaleciera.
Diciembre 2020
Mi afición por el juego ha seguido y me he encargado de mantenerme al tanto en actualizaciones y tendencias de ello. Lo cual me ha hecho tener grandes amistades y de entre esas relaciones: está él. (Pero de ello lo hablaré más adelante).
Erick me había tratado de lo peor en el diciembre pasado: me encontraba de viaje y me las arreglaba para conseguir tiempo para que llamáramos.
- Ailyn estoy ocupado.
- Lo lamento cariño, sólo quería saber el cómo estabas y si ya comiste.
- ¿Cómo quieres que esté? Me encuentro estresado y no, no he comido.
- Cariño; sé que estás repleto de trabajo pero deberías de tomarte un tiempo para comer.
- ¡No Ailyn, estoy todo lleno de trabajo! ¡y aún así me hablas!, ¡me gustaría que estuvieras repleta de trabajo, que te encontraras muy ocupada a ver qué ibas hacer!
- Okay, cuídate.
Colgué y me maldije en lo más bajo, y evité el llorar: ese día me ahogué en vodka, intentando olvidar días como esos: desde que diciembre empezó, todo los días eran cada vez más pesados.
Otro día ocurrió esto:
- Hola cariño, ¿cómo estás?
- ¡No puede ser Ailyn! ¡me hiciste romper una pantalla!
- Ay no, bebé lo siento demasiado.
- No me vuelvas a llamar así de repente, siempre avisa.
- Pero, ¿cómo voy avisar si nunca contestas mis mensajes?
- ¡Ailyn ahora no puedo!
Colgué de nuevo. Preferí irme toda la tarde con mis primos; eran días de recuerdos tan dulces y amargos. Por un lado salía con mis familiares (primos, primas y hermanos).
Enero 2021
Me llené de un gran positivismo: por fin se había acabado el tormentoso diciembre y las esperanzas de que todo volviera a la normalidad con Erick estaban a la orden.
Pero no fue así.
- Hola cariño, regresé de mis vacaciones.
- Lo siento, tengo trabajo.
- ¿Ya comiste?
- Ya, ahora tengo un poco de tiempo para eso.
- Me alegro cariño, te cuidas.
Con una sonrisa amarga colgué y me dí cuenta de que ya nada sería igual.
Okay, tranquila, sólo mantente al margen... distráete y listo.
Una sonrisa amarga se me hizo presente y no supe el cómo pude aguantar las ganas de romper a llorar: ya no me hablaba como antes, ni siquiera se había interesado en las vacaciones que tuve.
Es como si sólo fuera una especie de accesorio.
Por otro lado, Ricardo cada vez más me presionaba acerca del tema de salir con él: cosa que realmente no quería pero una parte de mí justificaba que no quería por el hecho de estar un tanto fastidiada y creer que volvería a lo mismo.
ESTÁS LEYENDO
El Fin de Mi Ocaso [Stephen] (2)
RandomTengo una cortada, física... de las miles psicológicas que pueda poseer. ¿Qué más dá? Ni sé qué rayos es correcto ni qué es malo... dejaré por un momento que el denso y oloroso humo me transporte por un segundo, a un lugar donde sea escuchada sin se...