El Fin de Mi Ocaso [Stephen] (2)

Yo no soy así...

A mi Joven, Erick

Si piensas que te cambiaría por él... estás muy equivocado, yo no soy así.

Sí, llegué a traicionar, hace poco más de tres años que lo hice y la verdad me hizo sentir de lo peor. Juré nunca volver hacerlo.

Sí, he tenido a varias personas conmigo a lo largo de mi vida, pero siempre he sido fiel; mucho más de lo que te imaginas. O, vamos, dime...

¿Acaso no es de ser fiel cuando pienso en tí todo el día?

¿Cuando eres el causante de mi alegría?

¿Y el de mis sonrisas? De esas que llegan de repente por algún recuerdo y que nadie de mi alrededor comprende, que me tachan a loca o estúpida ya que solo tú y yo sabemos lo que sucedió.

¿Cuando tarareo o canto una canción que me has enviado y la atesoro como si fuese la última?

¿Cuando me preocupo por tí?

Esas ganas inmensas de querer verte en persona... abrazarte tan fuerte y llorar de alegría por tenerte, llenarte de besos y caricias.

Querer tener toda una vida a tu lado.

No tener a nadie más en mente y corazón mas que a tí mi amado Erick.

Me entristece lo sucedido... y está bien que pase, por algo sucede... sé que te han lastimado y eso me duele, lo que daría por haberte conocido antes y evitar aquello.

¿Crees que no lo he pensado?

Me hago y siento culpable por la traición que te hicieron. Me frustra el no poder regresar el tiempo y evitar todo aquello para que no lastimaran a la persona que más amo en la vida.

Yo no soy como ella, eso te lo puedo asegurar. Odio las traiciones, ¿crees que no me han dolido también?

No me des a escoger porque... siempre te elegiré. Siempre serás tú.

El dueño de mi corazón.

El dueño de mis sentimientos y el autor de mi alegría.

No me des a escoger de entre un simple momento y la oportunidad de pasar toda una vida a tu lado.

Amo a los celosos, y es lindo que te preocupes por lo que sucede entre nosotros, pero no me gusta para nada que alguien dude de mí, ¿en serio crees que lo elegiría?

No... lo siento pero estás pasando por alto un muy importante punto:

Yo a él no lo amo.

Para mí está muerto en ese aspecto y los muertos no regresan.

Si decidí llevar una amistad es porque ya no le tendría rencor, ¿para qué? Si a tu lado soy sumamente feliz, ¿qué ganaré con vengarme de unos momentos que ya no me duelen?

Me los has quitado: y me haz dejado un profundo amor que no creía que sentiría de nuevo, y con mayor intensidad.

Me has quitado el temor que he tenido desde que dí por muerto lo de él y lo mío.

Me haz dejado grandes lecciones de amor y he aprendido mucho de tí.

Rompí mi principal regla: no volver a amar. La tiré en algún lugar que ni sé dónde cayó y que ahora ya no importa.

Escribo ésto porque quiero que quien sea que esté leyendo ésto sepa que eres mi todo y que te amo, por otro lado... me duele... te comprendo, sé por qué lo hiciste pero... compréndeme a mí también, me leíste, todo, ambos libros ya no tengo nada qué ocultarte y aún así decidiste amarme en vida o en muerte, me lo juraste. Así como yo lo haré; te cuidaré y protegeré con cada parte de mi ser, te seguiré amando justo y como la primera vez. No me importa lo que los demás piensen ni quién llegue a interponerse... nunca ha importado.