Sola

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Ahora me doy cuenta de que en serio soy tan idiota... en creer que siquiera alguien de mi "familia", me escuche.

Dejémonos atrás de todas las cosas que me hayan sucedido en el bachiller y en la mudanza (otro capítulo lo contaré, tal vez).

30 de abril (¿año? Actual)

Hace unos meses que he pensado tan bien y con cuidado mi futuro, siento que cada vez más me siento débil y las ganas de que alguien me arrebate la vida, es un delirio que todos los días he de lidiar con ello. No puedo seguir fingiendo con una sonrisa que nada de ésto me está sucediendo, cambié el título porque es cierto... hace unos días me he hecho una linda cortada en forma de mariposa, ¿el significado? De que algún día saldré de éste despreciable lugar que supera el infierno...

La fecha escrita anteriormente, fué el día que decidí el hablar con mi madre acerca de lo que sería.

- Sabes madre... ¿recuerdas que siempre me dices: "¿en qué piensas?" y te respondo con un "nada"?

- Ajá...

Sus ojos se posan en aquél celular, que como siempre, le dá más importancia que a cualquier otra cosa, podría decirle: tengo cáncer, le daría igual.

- Yo... no creo que el tipo de carrera que quiero realizar, sea apegado a todo... esto.

- ¿Qué tratas de decir?

Su voz sonó demandante y sin comprensión alguna, era más que obvio estaba furiosa por aquello que decidí hablar.

- Bueno... yo... creo que...

- No, no quieres estudiar eso y ya, eso es.

- Mamá... es que... no creo que haga una vida así, teniendo todo esto en mi entorno...

- No, no es eso, es que no te gustó y ya, aparte, sabes cómo es tu padre, perfecto, bien hecho.

- Bueno... si quieres lo olvido y sigo con lo que le dije que estudiaría, seré médico con la especialidad que le dije.

- No.

- Pero...

- ¡No, y ya dije! ¿Sabes por qué no te dejaré?

- No...

- Porque aquí en esta casa no tendremos a un médico mediocre, estudia otra cosa, pero menos eso.

- No, ya le dije a mi padre y eso será.

- Te lo prohibo.

- ¡Hazlo entonces, prohíbeme el amor que le tengo a la medicina! Pero al cumplir la mayoría de edad, me largo de aquí, ten por seguro eso, no me importa dónde acabe, estudiaré lo que tengo pensado.

Luego de más de una hora de "plática de madre a hija", concluyó en que me apoyaría. 

Sin embargo como siempre, nada había quedado bien resuelto, tomé mi celular y decidí hablar con mi 'hermano' respecto a lo que había sucedido pero a la vez no pude evitar una risa debido a lo que me contaba.

Comenzaba a sentirme bien, necesitaba hablar con alguien y desahogarme, hasta que...

- ¿Con quién estás hablando?

- Con mi hermano.

Murmullé mientras intentaba prestarle atención a lo que mi hermano me decía.

- ¿Acaso no piensas ir a la reunión de la tarde?

Había una celebración en la tarde en la privada por lo del día del niño. Aunque no tenía tanto ánimo con salir con ella, me mentalicé y planeé que mi hermano y ella salieran para después arreglarme pero resultó peor.

El Fin de Mi Ocaso [Stephen] (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora