¿Nueva esperanza? En prueba de embrazo

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Me explicaré...

En esta misma noche me encuentro llorando... ¿la razón? Mi vida.

Da asco cada detalle, me doy asco y me siento como si no fuese nada, porque eso soy: nada.

El lunes de esta semana (9 de mayo), fui a un instituto a un curso que la verdad me será muy útil. Como de costumbre, mi madre llegó hora y media tarde por mí pero eso fue lo de menos.

Tuve oportunidad de hablar con una persona quien por primera vez era adulta y me hizo sentir que no estaba sola. Desembocamos todo aquello debido a que mencionó que habían psicólogos en el instituto.

- Creo que yo necesito uno...

Fue uno de mis tantos comentarios.

Mientras más le contaba lo que me ha pasado, contenía las lágrimas quien querían salir con urgencia aún así me mantuve fuerte ante ello cuando tenía la oportunidad, me fortalecía para que no llorara mientras decía mi errónea vida.

- Es increíble enserio por todo lo que estás pasando... y ni siquiera se te nota.

- Lo finjo bien... así es esto...

Sonreí melancólicamente.

Cuando estaba por llorar, siento sus brazos en mis hombros, por un momento me recordó cuando mi padre me tomó igual pero me golpeaba contra la pared, un escalofrío recorrió mi espalda.

- Ven, siéntate... 

Desapareció de entre la puerta y respiré hondo, no podía permitirme llorar por dos razones; una, no me gustaba que me vieran débil, dos, mi madre estaba pronta a llegar, o al menos eso creía.

Al poco tiempo llegó la misma amable señora.

- Acabo de hablar con la psicóloga y le dije un poco de lo que te ha sucedido, en un momento puede que venga ella o que envíe a una de sus asistentes.

Asentí con la cabeza.

Un psicólogo...

Mi mente lo pensaba una y otra vez. Nunca había tenido la oportunidad de hablar con uno de ellos, en este caso, ellas. Por eso es el motivo que los detesto en parte.

- Ven, vamos...

Ambas nos fuimos al Departamento de Psicología donde una señora de corto cabello me esperaba. 

- Toma asiento por favor.

Obedecí, me encontraba nerviosa así que comencé por raspar mis uñas una contra la otra.

- La señora me dijo un poco de tí... pero quiero que me digas cómo empezó su plática.

- Bueno... no sé por dónde empezar...

Bajé la mirada algo apenada, me sentía completamente extraña.

Pasaron veinte minutos donde me dijo que tenía la oportunudad de asistir cierto tiempo en terapia, pero con la condición de que mi madre tiene que saber esto, ¡ni de broma! Si ella no me quiso ayudar, no tengo por qué decirle esto.

Aunque, volviendo con aquello. Era la prmera vez que estaba con la persona indicada para esto. Siento en este momento alegría, miedo, ansiedad y nerviosismo.

¿Será posible que realmente no esté sola?, ¿Que hayan personas que en serio quieran ayudarme?

Hablando de este tiempo y esta hora en que será publicado este capítulo, no sé si haya terminado de llorar aún.

Me encuentro escuchando una y otra vez la canción de enlace... es mi favorita ya que me está sucediendo.

A veces quisiera que esto terminara, ser una persona normal con una vida común. No haber sido golpeada, abusada o apuntada. A todo esto llegué a la conclusión de que no soy nada mas que simple objeto... una creación de laboratorio, lo dejé en claro en Sin Cielo Alguno y vopveré a repetírmelo cuantas veces me sean necesarias. No soy humana.

No puedo reír y si lo hago, es falsedad... me entristece el tan sólo pensar que en la mañana tendré que levantarme y sonreír como si nada estuviese pasando.

Así que pensé lo siguiente (sí, pienso demasiado en mi entorno, es una de las cosas que jamás podré dejar de pensar):

Al cumplir exactamente los 18 años, haré una prueba de embarazo. (No estoy lo suficientemente imbécil para caer en las "pruebas de amor", digo que el amor no existe sólo para no salir lastimada de ello).

La compraré falsificada, y la mostraré ante mis padres...

Solo así podré ser libre, haciéndome pasar por una de las peores decepciones y un error.

Y solo así podré disfrutar de todo lo que haga, podré valerme por mí misma, será mejor que suicidarme, ¿no? La única manera de creer en mí.

No importa lo que sea en el futuro, seré libre, ¡Libre! Contaré cada día que me quede.

No más gritos.

No más golpes.

Nada de abusos.

Ansío el día que suceda, cada 29 de julio se quitará un gran peso encima. 

Lamento si te desperté a esta hora... tiendo a subir capítulos a esta hora especialmente, no sé el por qué.

He allí el título de este capítulo: "¿Nueva esperanza? En prueba de embarazo"

Una vez fuera de los muros que ocultan gritos y llantos, saldré, como a una mariposa de su capullo, tal vez no la más bonita, pero me iré volando y dejaré atrás todo.

Sonreiré.

Lloraré (pero lo superaré).

¿Me enamoraré? ¡No! No quiero salir lastimada... tengo suficiente con todo esto.

Cumpliré mi más preciado sueño. Esperaré sin importar qué, mis lágrimas están cesando y esa es buena señal. Pronto mis heridas sanarán.

El Fin de Mi Ocaso [Stephen] (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora