Sí, así es... esa era yo de antes. Cada 14 de febrero me dedicaba a unir a todas esos ¨amores imposibles¨, la verdad cuando ya pasas por 10 diferentes cabezas, se te hace fácil el cómo dar consejos tanto para caer como no.
Recuerdo que, en la secundaria junté a muchas parejas y a muchos chicos les aconsejaba el cómo, qué y por qué tenían que hacer tal cosa específica, no por nada soy una experta en aconsejar. Pero... no es lo mismo cuando pongo las cosas en práctica en mi vida: termino haciendo todo lo contrario.
Suficiente de rodeos, ¿para qué te he citado en este capítulo?, ¿qué es lo que te quiero compartir realmente?
Que a ésta Cupido, como ya lo sabes... fue flechada desde hace ya más de año y medio. Aún pienso en la primera vez que hablamos, todos esos chats de amistad: siempre nos hemos entendido entre nosotros dos y eso es lo más hermoso que me haya podido pasar, en el momento que menos lo pedí, en el peor que estaba llegó él.
Llegó mi Erick.
Pero no todo termina aquí, adicionando el lindo tiempo que llevamos juntos... algo sucedió:
Lunes 12 de febrero:
Estaba planeándolo todo; en realidad ya lo tenía planeado, solo que repasaba por enésima vez los detalles.
No mentiré, y perdona por eso cariño si lo llegas a leer:
Tenía miedo.
¿Qué estaba planeando?
Erick: Bebé. Ya en unos días te voy a ver ❤
Estaba planeando mi primer reencuentro con la persona que me ha hecho inmensamente feliz. (Reencuentro se les dice así a las parejas a distancia debido a que su primer encuentro fue en línea, internet, y el reencuentro es en persona).
En pocas palabras iba por fin a abrazar, besar y poder descargar todas mis ganas de estar con la persona que más amo en la vida.
Pero, ¿y si todo era mentira? Estaba en una guerra constantemente conmigo.
- ¿A nombre de quién hago el pedido?
- Stephanía.
Respondí.
- Okay, entonces; es un pedido especial para el miércoles 14 de febrero.
- Sí, así es.
Salí felizmente y con toda una revuelta de mariposas en mi estómago que él había revivido; estaba tan feliz.
Pensaba en cada minúscula cosa.
*Miércoles 14 de febrero*
Gracias a tareas pero sobre todo a mi nerviosismo apenas y pude dormir en los siguientes dos días. Me pesaban los párpados pero las dósis de adrenalina y endorfina me corrían por las venas.
Es hoy, hoy es, hoy es el día; hoy lo veré.
En mi mente no me dejaba de repetir aquellas palabras.
Casi salí brincando de la cama: preparé todo en mi mochila y llevé una blusa perfumada (ni mucho ni poco) y cuidadosamente doblada para que no se arrugara tanto.
El tiempo que estuve trabajando se me hizo eterno y cada vez que estaba sola se me escapaba una enorme sonrisa de oreja a oreja.
Para cuando miré el reloj eran las 11:32 am, mi cuerpo me volvió a descargar más dichas sustancias en mi torrente sanguíneo.
Es hora.
Me dije con una enorme sonrisa seguido de pequeños saltos y con pequeños aplausos: olvidé lo que se sentía estar tan entusiasmada. Tenía años que no me sentía así.
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El Fin de Mi Ocaso [Stephen] (2)
RandomTengo una cortada, física... de las miles psicológicas que pueda poseer. ¿Qué más dá? Ni sé qué rayos es correcto ni qué es malo... dejaré por un momento que el denso y oloroso humo me transporte por un segundo, a un lugar donde sea escuchada sin se...