¿Todo bien? ¡Todo bien! :)

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7/7/17

Vaya que a la vida le encanta darme enormes vuelos... para luego tener enormes caídas, pero no importa, el dolor a veces lo encuentras agradable, ¿o acaso soy la única?

Primero diré una respuesta al capítulo anterior: mi chico está mucho más que bien. Al ver el mensaje ese sábado próximo me sentí como si una guerra la hubiera ganado, ¿por qué? No sé, pero de algo me dí cuenta...

Estoy volviendo a amar, sí, eso no es novedoso pero... ésta vez, con mayor intensidad, vaya que si en tiempos atrás D, M u otros quienes fueron mis novios les hubiese pasado algo ni siquiera hubiera rodado una lágrima por mi rostro y vaya que sí los amaba cuando estaba en tiempo con ellos (respetándolos siempre), pero no me dolía para nada, creo que no los amaba o, no sé.

Estoy comenzando a dar cosas de las cuales me juré que nunca las daría por temor a salir lastimada, ésto es tan raro... pues nada de ésto me había pasado anteriormente: de rodillas, casi implorando por su vida, con lágrimas que caían sin cesar por mis mejillas y junto con un gran dolor que me atrevería a decir que mi corazón se encogía por las noches. ¿Así es cuando verdaderamente se le ama a alguien? Si la persona que lea ésto me tiene la respuesta por favor que me lo diga, pensarás que hago mucho drama pero es la verdad, me han casi pateado el corazón con tantas malditas traiciones, tristezas y amarguras, ¿cómo no dudar?

Pero... aparte de todo esto, y hablando de patear el corazón, dime por favor... ¿cómo se puede romper una figura paterna aún más? Yo no lo sabía hasta que la semana pasada mi padre me dió la respuesta:

Eran alrededor de las 10 de la noche, él llega a las 5:30 o 6 pm, esa es su hora de salida, pero esa noche mucho cambió. Cambié.

- Ailyn... tu padre está en un bar...

Alcé la mirada para ver a mi madre en casi un mar de llanto, pero, ¿por él? ¡Para nada!

- A ver... ¿qué?

Al principio ignoré todo eso ya que eran como las 7 de la noche no creí que estuviera en el trabajo pero tampoco ahí.

- Sí, está tan ebrio que ni siquiera se le entendía las palabras...

Bajé la mirada y unas palabras me llegaron tan fugaces:

De todo lo que he hecho, nunca me verás o escucharás de mí el haberme puesto borracho...

¨Hasta que llegue a la casa lo comprobaré¨

Me respondí y cerré los ojos para después verla.

- Pues veremos hasta qué hora se llega a dignar a venir a la casa.

Así pasaron las horas hasta que dieron más de las 10:30 de la noche cuando de repente escucho el sonido de un vehículo estacionarse en frente de la casa.

- Ya llegó...

Digo con una voz de autoridad y percatándome de que se escuchara en cada rincón de la casa (no es que sea una grande casa pero ya sabes, a veces no escuchamos).

Volteé a mirar a través de la ventana. Comencé a temblar.

Abrí la puerta y miré a una persona ebria que muy apenas podía caminar para después irse al patio de atrás, para cuando regresó a la entrada de la casa tenía los ojos hinchados y casi del color de la sangre. Un olor a alcohol y cigarrillos me inundó de tal manera que casi quería vomitar (los cigarrillos me encantan pero ésto era tan exagerado).

- Me puse bien borracho mi bebé.

Me dijo mientras me abrazaba y yo simplemente quieta, como un muro, inmóvil e insensible.

- Buenas noches...

Le contesté tajante.

- No creerás todo lo que bebí..

- Eso no lo quiero saber.

Le interrumpí.

- No te enojes mi bebé, yo te quiero mucho.

No respondí.

Si me quisieras no fueras así, si en realidad me quisieras no hubieras sido como siempre y todo el daño que me haz causado en toda mi existencia que llevo.

- Me tengo que ir.

- Ven aquí.

Volteé para mirar una amplia sonrisa y unos enormes brazos extendidos.

- No me odies, no me guardes rencor.

Muy tarde.

No dejaba de temblar, por un lado me preguntaba, ¿por qué me pasa ésto?

Volví a ir donde él para quedarme quieta ante un abrazo que me repugnaba.

Cuando por fin me pude apartar, subí escaleras con la respiración agitada y a los últimos 3 escalones que me faltaban corrí y me encerré en la habitación con seguro.

Lloré todo lo que pude, me detesto, sólo pensé:

¿Qué me está pasando? Ya no soy tan fuerte como antes, ante sus golpes me hacía de hierro y era fría, sí, lloraba pero por momentos tan fugaces de debilidad, primero estaban mis lágrimas de coraje y con ganas inmensas que querer seguir recibiendo todos los golpes que fueran necesarios pero con tal de nunca doblegarme... ahora, solamente... lloro por debilidad inclusive, llegué a pensar que todavía... en alguna miserable parte mí... sigo queriendo a quien es mi padre y todo ésto me duele, desde los golpes hasta los insultos que me ha hecho a lo largo de mi vida... y aún me pregunto, ¿dónde se fue toda esa fortaleza que tenía? Poco a poco se está llendo y yo no puedo hacer nada para que se detenga y regrese a mí. Estoy más vulnerable y eso lo odio, quiero volver a ser como antes que nada me dolía salvo el estar llena de ese odio y rencor tan letal, ahora, simplemente nada... será que... ¿el amor me puso más vulnerable? Ya que mi odio hacia él no es tan grande como el amor que le tengo a quien me ha acompañado en éstos 13 meses. 

Y no debo debilitarme ya que soy la que muy pronto quedará a cargo de dos personas quienes sé perfectamente que necesitarán de mí, seré yo quien les pueda brindar en parte los años que nunca tuvimos felices, intentar recuperarlos y éste no es el momento en el que todo me deba de afectar ya que no lo creo o no lo quiero ver así, ya no creo en las depresiones desde que escuché a una persona muy allegada a mí que eso es sólo un pretexto para los débiles.

26/9/17

No tengo mucho que contar la verdad... he abandonado watty desde muchas cosas, una de ellas, es mi trabajo: no es la gran cosa pero con una institución en la que sigo con mis estudios, me es apenas posible cumplir con el deber, ya no he ido a trotar (cosa que me encanta hacer).

Sin embargo, siempre veré todo de la manera más positiva que pueda, a veces es algo duro el saber que cada peso lo debes de emplear sabiamente o cuando necesitas algo de tiempo pero es algo del cual no me debería de sorprender... no mentiré, a veces me quiero rendir... siento como si muy apenas y pudiera, ¿por el trabajo?, ¿por un simple trabajo? No, la verdad que no, sino por el simple hecho de que estás aportando y para nada te toman en consideración; claro, como ya no les sirvo a ninguno de los dos lados ya no importo... da igual, todo da igual, solo pienso en resistir pacientemente y esforzarme al máximo, no me quejaré, si debo llorar, lloraré como a veces pero si puedo, reiré con aquellas personas que son como un regalo y que están para mí y yo para esas personas cuando nos necesitemos mutuamente...

Hasta aquí con mi ¨informe¨, quisiera contar más porque sé que tengo más cosas por decir, sólo que las olvido, así soy últimamente; olvido todo... no sé por qué.


El Fin de Mi Ocaso [Stephen] (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora