El Fin de Mi Ocaso [Stephen] (2)

¿Ahora qué?

Hola de nuevo, más que nada te doy las gracias por seguirme leyendo.

Ahora, ¿por dónde nos quedamos? Oh, sí.

Por el momento hay cosas que son un tanto nuevas pero en mi parecer no son de mucha importancia.

Primero que nada, hace un mes decidí entrar al grupo deportivo de Tae Kwon Do de la preparatoria, ¡ha sido fascinante! Nada fácil pero graciosamente estoy acostumbrada a los golpes, así que no tengo pretexto alguno para salir.

El resto de todo ha sido normal, creo que me estoy convirtiendo en una vida más de la cual no hay mucho por lo cual contar.

Y en resumen: los cigarrillos, el alcohol, las cortadas (aunque están disminuyendo), siguen, a lo igual que las indirectas y las peleas.

De hecho, hace rato hubo una de la cual era por, ya sabes, una insignificancia. 

Aunque físicamente me encuentre estable, una noche que me encontraba corriendo en el parque, donde la brisa fresca me abrazaba y los árboles danzaban a su compás, me encontraba en lo mismo, mente ocupada desde que tengo memoria: de todo lo que he pasado, y, me sorprendí de que no acabara loca, al menos aún no.

Sin embargo no fue tanto la excepción, sino que últimamente me he sacado una conclusión, cuando lloro me siento plena y a gusto que cuando estoy feliz. Lo que quiero decir es que me siento mejor el llorando y sufriendo que el riendo y estar feliz.

En pocas palabras: me gusta el sufrir. Y eso me ha preocupado.

He intentado quitarme esa idea de la mente o, comprobar que no es cierto pero... ¿por qué me da gusto el sentir esa hórrida sensación de mi corazón al encogerse?, ¿por qué me gusta ahora el llorar?, ¿estaré en los indicios de la locura?, ¿desde hace cuándo comenzó?

Ahora todo me da igual, excepto una cosa...

Hace unos días, el chico del que estoy profundamente enamorada me ha dado una noticia que sólo es cuestión de tiempo...

Se resume a que debe de casarse con la que antes era su ex pareja o de lo contrario las consecuencias serán lamentables.

Tal vez te suene tonto todo esto pero...

¿Qué sentirías si tendrías que dejar a la persona que te hizo feliz, que en cierto tiempo ha estado contigo?

¿Estarías tranquila/o sabiendo que debe de cumplirse antes del final de este año?

¿Qué sentirías tener que dejar a la persona que amas? 

Que no te ha decepcionado.

Que te comprende. 

Siento un profundo dolor, y no me gusta para nada, no ese tipo de sufrimiento. 

Como un alfiler pequeñísimo, una astilla.

¿Ahora qué?, ¿qué puedo hacer yo? Aunque me ha dicho que para nada la quiere, que sólo me quiere a mí... ambos sabemos lo que debe hacer.

Por las noches me invade la desesperación y la ansiedad de los cuales provocan que derrame lágrimas para después tranquilamente me hagan caer en un profundo sueño. Como un parásito cuando te va matando por dentro.

Una vez tuve un gran deseo: el morir, aún permanece en mí, pero ahora gana el deseo de vivir, el autor de este cambio es la persona que voy a perder, el que me dice que no me rinda, que soy fuerte... a él lo voy a perder...

Lo sé, suena a ¨se me va acabar el mundo¨, y efectivamente, sí se acabará, porque él es mi mundo del cual lo habitan mis amigos y hermano. 

Y, es muy gracioso debido a que siempre me decía:

- ¿Qué tal si al final nos terminamos enamorando?

- No lo creo - sigo recordando esas palabras escritas por él. Y yo, siempre de escéptica.

- Es en serio joven, sólo piénsalo, ¿qué tal si siempre fuimos hechos el uno para el otro?

Y ahora míranos aquí: yo escribiendo esto y tú leyendo lo que antes eran sólo inferencias que, se volvieron leyes.

Siempre voy a recordar desde cómo nos conocimos, el inicio de toda esta loca pero tierna historia, las llamadas con las cuales reíamos, cuando lo regañaba (hasta la fecha hago eso), y, cuando ambos llorábamos por el hecho de que nuestras vidas también las habían podrido en parte. 

Podría olvidar quién soy, pero todo esto no.

Todo recordaré con detalle alguno.

Es triste saber que todo en algún momento debe de terminar...