Sí, somos mujeres

¿"Ella"?

Aclaraciones:
*Enrique (Padre de Miguel) = Erica (Madre de Micaela)
*Sé que el capitulo anterior terminó en el mes de mayo del 2018, pero aquí, con Mica (es su propio capitulo) nos vamos a regresar a febrero de ese mismo año, para ver un poco más a fondo otra cosa que la tiene preocupada:(

Ps ya, es todo, que lo disfruten.

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Después de aquel día de muertos en la que Micaela se perdió durante toda una noche, la familia Rivera empezó a aceptar la música. No suena como un gran cambio, pero claro que lo fue, y no solo dentro del hogar... Los estudiantes de la casa empezaban a ser más sociables en sus respectivas escuelas. Poco a poco, los compañeros de Micaela empezaron a incluirla cada vez más, y también a ser más notable por su talento con la guitarra y su canto.

Tanto así, que en San Valentín recibió más detalles que lo común de todos los años.

Habían dulces y cartitas por parte de sus recientes amistades y hasta de chicos en otros salones... La mayoría de aquellos escritos contenían buenos deseos, y le incomodaban un poco las que contenían confesiones de amor, pero suponía que esto era algo normal para recibir en esa fecha.

Pero lo que se le hizo aún MÁS inusual que eso... fue que entre aquellas pocas confesiones de niños, se topara la de una niña.

Y no era cualquier niña... era de Raquel, la niña que más se le acercaba desde antes de la aceptación de la música en su familia. Recuerda muy bien cómo la chica intentaba sacarle plática cuando les tocaba hacer equipo juntas, pero evitaba hablarle demás por temor a que fuera como los otros niños que se burlaban de ella por venir de una familia rara. Al final Raquel no resultó ser como ellos, y hasta se animó a hablarle más.

Pero que su compañera tuviese "sentimientos" por ella se le hacía extraño... tan extraño cómo lo que siente por su lejana amiga.

- Hola Raquel. - Saludó Micaela a la chica alta que se encontraba cerca de otros compañeros. - ¿Puedo hablarte... a solas un momento?

- C-claro... - Asintió Raquel, ligeramente sonrojada, para luego voltear a ver a sus amigos. - Los alcanzo al rato.

Mientras ella se retiraba, Micaela notó los ligeros gestos de aprobación de los amigos de Raquel, echándole porras a su amiga discretamente. Poco después continuaron caminando juntas. Mica no sabía del todo como era tener un grupo de amigos, ella apenas podía confiar en UNA persona a la vez... y tristemente, esa persona se encontraba lejos la mayoría del tiempo.

Se sintió feliz por Raquel, y hasta un poco de celos, por lo bien que se llevaba con sus compañeros de básquetbol, y que al parecer, estos sabían de las preferencias inusuales de su amiga y la seguían tratando bien.

- Oye... quería hablarte sobre la carta que me diste... - Empezó Micaela, una vez en un lugar más privado. - N-no creas que es por que siento lo mismo, perdón si te hice pensar eso...

- No te preocupes. - La alta se encogió de hombros, enternecida. - En la carta dice que no tienes por qué corresponderme... solo quería que supieras lo que siento.

- S-sí... y sobre eso... ¿Por qué te gusto?

- Creo que ya lo dice en la carta... - Evadió, era pésima con las palabras, y más estando a solas con la niña que le gusta. Por eso su confesión fue escrita.

- Sí... por que me conoces y eso... pero ¿Por qué yo? Es decir... Hay otros niños músicos en la escuela y... y-yo soy una niña. ¿Por qué una niña y no un niño?