Temor

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Como que le quita la sorpresa que ponga los nombres de los personajes que aparecerán, perobueno, ocupan saber quien es quien...

Obake / Bob Aken = Akuma / Asaku Mathews

Trina = Tristan

Noodle Burger Boy = Noodle Burger Girl (XD)

Momakase = Omakase

Globby = Globby (jaj)

No les voy a mentir, me rompí la cabeza en encontrarles nombres a estos cabrones... más con el chico hamburguesa jajaja

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Su brazo le dolía por como su compañero le tenía agarrada.

No sabía donde estaban, todo estaba oscuro y lo único que escuchaba era el eco de sus propios pasos al igual que cuchillas siendo afiladas y unas familiares voces a lo lejos.

Reconoció aquellas cuchillas como las del infame chef Omakase.

—Quiero hacer las cosas bien... puedo hacer las cosas bien... —Escuchó la voz que aquella pobre ladrona que resultó mutada en un monstruo.

—Nada-da-da-a está bien... n-necesito r-r-eparación... —Se hizo presente la distorsionada vocecita robótica de la niña hamburguesa.

—Ni que lo digas hermanita... también quiero verme presentable para cuando Hamada esté aquí —Y claro que no podía faltar la voz de ese chico meloso que se topó en las peleas robóticas.

Estaba atrapada en el mismo lugar donde esos villanos se ocultaban cuando ella se ponía a patrullar en altas horas de la noche. Odiaba escucharlos tan cerca y no contar con su armadura y equipo para atraparlos, o tan siquiera para poder huir... y lo peor de todo, es quien le impedía huir.

—B-Baymax... me lastimas... —Se quejó Hiroko, intentando aflojar el agarre —Amigo, escúchame...

Pero su compañero no hacía nada más que tomarle con más fuerza y seguir caminando, ignorando el daño que le ocasionaba a su paciente.

—Hiroko Hamada... —Un susurro sobre su oído se hizo presente.

—¡Ahg! —Tapó su oreja al sentir escalofríos, y miró al responsable de que estuviese ahí —Akuma...

Ya no se encontraban en aquel pasillo interminable, ahora estaban en la sala de operaciones de la villana. La luz verde iluminaba la oscura sala, mientras que el rostro de Akuma brillaba en su característico tono purpura.

—¿Aún con problemas para dormir? —La mujer se alejó de Hiroko —Solo mira tus ojos...

De pronto apareció la mirada cansada y ojerosa de la chica en todas las pantallas de la sala.

—¿Tú haces todo por esos héroes? —Cuestionó Akuma, con falsa preocupación —Dependiendo de una niña de 15 míseros años... Qué patéticos.

—¡No hables así de mis amigos! —Defendió la menor, sintiendo como Baymax seguía apretando su brazo —Ellos arriesgan su vida cada día, no temen... no son unos cobardes como tu... tu solo te suicidaste...

—Ah, espera, eso todavía no pasa, pequeña genio... —Habló la mayor y Hamada se sintió incapaz de poder responder —Apeguémonos al libreto... primero tengo que hacerte mi propuesta, luego tu te niegas y al final solo me queda amenazarte para que aceptes.

Aún sin poder pronunciar palabra alguna, Hiroko le cuestionó con la mirada.

—Te propongo un trabajo en mejores condiciones... Quiero que unamos fuerzas... —La mujer fue hasta la silla que estaba en medio de la habitación dándole la espalda e ignorando como la chica negaba repudiada.

Sí, somos mujeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora