Alfa Helena

8.

Acaba de marcharse, no puedo evitar llorar, Joder! Me prometí no llorar más, eso me hace débil y no es así como me quiero sentir.

No me siento mal por lo que pasó anoche el no me obligó, mi cuerpo iba por un sitio y mi mente por otro. La razón me decía que lo rechazará, que lo alejara. Pero mi cuerpo solo quería llenarse de su calor.

Ese calor que el me ofrecía, siempre soñé que mi primera vez, sería con alguien que me amara y al que yo amara locamente. Pero dudo que el ni siquiera sepa lo que significa la palabra amor.

Pensé que sería, suave, cariñoso.. sabía que dolería pero nunca pensé que el dolor fuera así. Quizás es demasiado grande para mi? No lo sé. Hubo caricias bruscas, pero al fin de todo caricias. Mi cuerpo ardio junto al suyo, experimente el placer, un placer que te ahoga, que te hace desear más, pero un placer que te quema y duele más de lo que un corazón como el mío puede aguantar.

Intente matarlo, todavía no sé porque lo hice mi loba aullaba de dolor, no quería perder a su compañero, pero algo dentro de mi me decía que lo mejor para mí sería que el muriera, aunque una parte de mi muriera esa noche con él.

No pude, el me lo impidió, nunca podré olvidar esa mirada y esa risa que todavía resuena en lo más profundo de mi cabeza.

Aquí estoy tirada en la cama, consolandome a mi misma de un destino que nunca elegí. Ni siquiera tengo ropa para ponerme, el la destrozó toda, mi ropa también desapareció. Qué voy a hacer? No me gusta estar encerrada? Cuánto tiempo tardará en volver? Y lo que más me preocupa, Cuál será su castigo?

No me entiendo, que me pasa? Es como si a su lado me volviera sumisa. Yo no soy así, soy una guerrera, soy la Alfa de mi Manada. Porque un príncipe del infierno me hace sentir chiquitita e insegura.

Tengo que ser más inteligente que el, tengo que pensar en cómo salir de aquí y ser yo la que maneje la situación, por ahora aquí la manejada soy yo.

Se abre la puerta, no necesito mirar, su aroma lo embriaga todo, Cómo un ser tan cruel, tan faltó de sensibilidad y de sentimientos puede hacer que mi cuerpo se estremezca con su sola presencia?

- Toma, vístete, tienes diez minutos. Te espero en la entrada del palacio. No hagas que tenga que venir a buscarte! Dice Belfegor con ese tono de soberbia que hace que  la habitación vibre con su sola presencia.

Ahora no es momento de discutir, por el momento será mejor seguirle el juego. Todavía no sé cómo me va a hacer pagar el intento de asesinato. Si por qué se quedo en intento...

Salgo de la habitación, extrañarme no hay guardias, no sé si sentirme bien o mal pero ello, voy a tratar de no pensar demasiado.

- Llegas dos minutos tarde, no lo vuelvas a hacer, no me gusta que me hagan esperar.

Por favor que llegó dos minutos tarde, no es como si fuera una hora o algo por el estilo. Si solo fuera capaz de decírselo a la cara. Pero no, no puedo solo agacho la cabeza como una maldita cobarde.

Comienza a caminar, lo sigo supongo que es lo que el espera que haga. Atravesamos un jardín, no esperaba en contra un jardín aquí, aunque no es un jardín normal, en este todo es rojo, hasta las hojas y la hierba tienen ese color. Miro hacía arriba, hay un cielo, o por lo menos algo arriba es negro y de vez en cuando veo puntitos brillantes moverse. O quizás es mi imaginación.

- Ven Helena, quiero que veas algo. Dice en un tono extraño para el. Hasta a parecido amable.

Me acerco a él y miro lo que se extiende delante de mi, es escalofriante veo abismos, fuego, escucho gritos, puedo notar el dolor en ellos.

- Fíjate bien, eres la reina de todo esto. Dice con orgullo.

- Pues la verdad, que te lo regalo, no quiero ser una reina y menos de este lugar.

El me mira enfadado, se ve que le he ofendido, pero es que no lo he pensado, solo ha salido de mi boca.

- Te guste o no, es lo que hay! No he pedido tu opinión, solo te informaba. Dice mirándome con desprecio.

- Ya solo me falta el collar y la correa, así mejor que tú reina seré tu perrito faldero. Le digo con sarcasmo.

El se acerca a mi, coje mi cuello y lo apreta, no debía haber dicho eso. Pero si me quiere matar que lo haga ya, así me ahorraré mucho sufrimiento. Me falta el aire, me duele todo el cuerpo, parece que me van a estallar los ojos, mi cuerpo arde por la falta de aire.

- No me tomes por tonto, ni siquiera te lo plantees, me gusta que me desafies, pero no me vas a faltar el respeto! Inmediatamente después de decir esto suelta su agarre, caigo al suelo intentando coger aire.

Pero en qué me he metido, Diosa porque has permitido esto, no lo voy a poder soportar. Solo espero que dentro de trece días me permita regresar a mi casa.

Tardo unos minutos en recuperarme, no voy a agachar la cabeza, no voy a permitir que me vea llorar, podrá doblegar mi cuerpo pero nunca mi alma.

Se que algún día descubriré sus debilidades, solo necesito tiempo y poder soportar esta situacion.

Pienso en mamá, en papá, mis hermanos, mis tíos, primos y amigas, ellos me van a dar fuerza para poder soportar sus humillaciones.

Soy fuerte lo sé, no le voy a poner mi cabeza en bandeja de plata, no lo volveré a insultar, el odio y la rabia me consumen, pero hay otro sentimiento dentro de mi, nunca lo dejare salir, el no sé merece que lo ame.

El no se merece mi amor. Solo mi odio y rencor.