28.

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Quince días han pasado, quince interminables días, mi bebé ya ha cumplido su primer mes de vida y el no está a nuestro lado, quizás debería asumir que nunca más lo volverá a estar.

Pero es que me cuesta tanto aceptar su partida, ni siquiera sé si está vivo, muerto, bien o mal. No sé nada desde que desapareciera del campo de batalla.

No sé si volverá, hace unos días mandé de vuelta a los guardias al Inframundo, es un sin sentido que sigan aquí, Lucifer tomo el poder de nuevo en ausencia de Belfegor.

No echo de menos el Inframundo, pero si a las chicas, que pasará ahora con ellas? Ojalá y por lo menos se respete lo que tanto me costó cambiar.

Ojalá las pudiera ayudar, pero cómo? Pensar en ellas me quita el sueño... Si tan solo mantuviera mi posición en el Inframundo, si Heba fuera mayor de edad... Solo deseo y pidió porque estén bien.

Acabo de comprar una pequeña casita cerca de la casa de papá, me costó convencerlo de que era lo mejor, necesito empezar de cero y con el protegiéndome siempre eso nunca sucederá.

Tampoco es que me vaya a mudar al fin del mundo, solo es al final de la calle. Quería pagar yo mi casa, con mi trabajo, bueno cuando lo encuentre. Pero papá dijo que para que quería el el dinero, además este era el regalo de nacimiento de Heba, y bueno es imposible hacer que cambie de idea...

Desde que volvimos la gente agacha su cabeza a nuestro paso, no es que antes no lo hicieran ya! pero a esto hay que sumarle las reverencias.

Entiendo que estén agradecidos pero no sé tienen por que rebajar de ese modo. Ellos no lo ven así, parece ser que yo soy la única que lo ve mal. Todos los demás piensan que es una forma de respeto.

Ya tengo la casa lista, han pasado otros quince días y con ellos, se va rompiendo la esperanza en mi corazón. Mamá dice que no me estanque en el pasado que si está escrito así, así deberá pasar. Es tan fácil decirlo, siento que mi corazón nunca más volverá a amar.

He empezado a trabajar, evidentemente mi padre no iba a consentir que lo hiciera en cualquier parte, según el donde más voy a aprender y mejor sueldo me van a pagar es a su lado.

Bueno no está mal, paso tiempo con el y aprendo para ser mejor Alfa, según él en unos meses se hará oficial, dice estar cansado, le apetece regresar a su casita en el bosque pero por otra parte se que no lo hará, no puede vivir sin Heba, ni Heba sin él.

Son tal para cual.

Heba se acaba de dormir, cojo el vigila bebés y salgo al porche de la casa, tengo un balancín, Siempre quise tener uno, Me hubiera gustado estar sentada aquí con él. Disfrutar de la brisa de la primavera y mirar las estrellas juntos...

He visto caer un rayo, cerca de aquí, no era un rayo común este era de color azul y si.. y si fuera él. No Helena no lo pienses más, no puedes seguir viviendo así. Repito en mi mente tratando de convencerme y no causarme más daño con ilusiones vanas.

- Que hace mi lobita, tan tarde y sin abrigo? Dice una voz que con su sola presencia me hace estremecer. Es él, esa voz, no podría pertenecer a nadie más.

Levanto mi cabeza la cual estaba enfocada en el suelo tratando de sacar las ideas locas que crea mi mente.

La imagen que tengo delante me deja helada es Belfegor de eso estoy segura pero ya no veo en el la oscuridad en cambio irradia paz y tranquilidad.

De su espalda salen un par de alas negras como la noche. Me levanto torpemente y me lanzo hacia él, fundiéndome en un abrazo, un largo y cálido abrazo.

- Don.. dónde has estado? Atino a decir entre sollozos.

- Yo también te he echado de menos. Dice acariciando mi pelo, inmediatamente después nos fundimos en un largo besó, un beso cargado de emoción pero sobretodo de amor.

Cómo puedo logro calmarme y tranquilizarme, entre el berrinche y el beso.. no está siendo nada fácil. Le estoy pidiendo al cielo que esto no sea un sueño, si fuera un sueño sería mucho más cruel que la realidad. Devolvermelo un rato para volvérmelo a quitar.

- Dime que eres real? Que no estoy imaginando? No te puedes imaginar lo que te he echado de menos. Yo.. yo te amo, te amo tanto. Ya no quiero seguir jugando, estoy cansada de negar lo evidentemente, ya no se trata de saber quién es el más fuerte.

- Todo, es real mi lobita, estoy aquí, mi amor por ti no ha cambiado y y nunca lo hara. Pero.. ha pasado algo.

- Qué, que es lo que te preocupa? puedes decírmelo todo, yo no te voy a juzgar. Le digo comprensiva.

- Solo es.. bueno.. El creador me ha devuelto las alas y me ha ofrecido volver a su lado para ocupar el puesto de Miguel en el paraíso.

- Y deseas quedarte verdad? Le digo tratando de asumir lo que creo que va a pasar después.

- Ese siempre había sido mi sueño, era lo que anhelaba mi corazón, pero después aparecistes tú, me distes a Helena y todo mi mundo cambio... Helena si me quedo con vosotras ya no te podré ofrecer nada, nada más que mi amor...

Me quedo callada tratando de asimilar sus palabras, tiene miedo a que yo piense que si no es el rey del Inframundo ya no desee estar con él. No sabe lo equivocado que está. El poder y el reconocimiento es lo que menos me importa.

- Dime Helena estarías con un hombre como yo? Podrías quererme así? Dice él abatido.

Ahora la pelota está en mi tejado. Es hora de que sea yo la que decida por los tres. Solo espero tomar la decisión acertada y no equivocarme en mi elección.





Bueno ahora sí, solo queda un capítulo más..

Pero yo nunca podría dejarl@s así! Oh sí?

Les tengo un Epílogo y un par de extras... Pero para eso aún falta, todavía nos falta nuestro final feliz o no?

Alfa HelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora