Las hembras del inframundo
Tres meses después de la vuelta de Belfegor del cielo.
No puedo dormir, mientras yo disfruto de mi vida de mi familia y de mi libertad, que pasa con ellas, ha pasado más de un año desde la última vez que estuve allí, desde la última vez que las vi.
Cuando estuve no estaban mal, habían ganado cosas pero después de la coronación de Lucifer, su vida puede ser incluso peor.
Qué debo hacer? No puedo simplemente seguir viviendo una mentira. No puedo fingir que nunca las conocí? Porque no es así, eso va contra mis valores, pero cómo? Cómo puedo ayudarlas?
- En que piensas lobita? Dice Belfegor posando sus manos sobre mis hombros
- Creo que ya lo sabes, desde que me fui, su situación me preocupa, como puedo ayudarlas, como puedo salvarlas?
- Bueno creo tener la solución, no creas que a sido fácil ni que va ser fácil sacarlas y sacar a sus hijos de allí, pero tengo un plan en marcha, el único problema es que necesitaré la ayuda de él cansino del Alfa.
- Belfegor, para! recuerda que es mi padre. Le digo pegándole un pellizco en el brazo.
- No creas que lo olvido, lo recuerdo cada día de mi vida. Dice en tono dramático.
Se que se quieren y sienten admiración el uno por el otro. Pueden negarlo todo lo que quieran y seguir jugando a ese estúpido juego que se traen entre manos de "quién odia más a quien" pero ni a mamá ni a mí nos van a engañar.
- Bueno espero mañana los detalles, ahora es hora de acostar a Heba, ya sabes que alguien prometió leerle un cuento hoy.
Me besa en la cabeza, coge a Heba y la mete en su cuna, después coge un libro infantil y comienza a leer.
Es tan dulce, tan tierno, dan ganas de achucharle. Me pierdo en él, no puedo evitar que mis ojos se posen en él. Lo reconozco estoy locamente enamorada.
Es la hora del rescate, llevamos más de una semana preparándolo todo, tenía razón Belfegor no va a resultar nada fácil. No quiero y no puedo perder a nadie del equipo, mi maridin se negaba a mi participación en el rescate, pero qué clase de Alfa sería si me escondiera en la retaguardia. Simplemente no puedo!
Contamos con diez miembros además de Belfegor, papá y yo. Hemos traído a nuestros mejores hombres, todos están entrenados para rescates en situaciones potencialmente peligrosas. Algo así como los seals, pero del mundo sobrenatural.
Tenemos cuatro infiltrados, son los cuatro guardias más leales a Belfegor, aún no siendo un demonio ya, ellos le guardan lealtad. Si el quiere los llevaremos a la Manada pero tendrán que respetar ciertas reglas.
Ellos nos han indicado la entrada más segura, el único problema es que para llegar a las hembras debemos pasar antes por las viviendas de los demonios de rango inferior. En un principio podría parecer fácil pero no lo es. Estos demonios son los más peligrosos y desquiciados.
Hoy hay una celebración, Lucifer ha tomado una esposa una tal Lilit, no sé mucho sobre ella solo lo que le han contado sus hombres a Belfegor, cuenta con ciertas características que la hacen especial por llamarla de alguna manera puede convertirse en serpiente, mitad animal y mitad humana, diablesa, mujer de belleza y sensualidad arrebatadora, siempre desnuda y provocadora.
Es la maldad en su sentido más completo.
Si tienen descendencia Heba tendra problemas, es la primogénita y por derecho la reina, pero desde cuando los demonios acatan las reglas? voy a sacar esas ideas de mi cabeza y voy a centrarme un poco.

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Alfa Helena
Manusia SerigalaHelena, Helena ese es mi nombre. Hija de un gran Alfa y mejor hombre. Su nombre pesa sobre el mío. Uzziel el inmortal, el alfa de los ojos tristes. Ese que lleva sobre su espalda tantas muertes... Sobre mis hombros reposa su legado, todas las mirada...