Angelus Blanco, una estudiante de secundaria enamorada en secreto del hermano de su mejor amiga, cree que sus mayores problemas serán terminar la escuela y confesar su amor.
Hasta que, luego de unas largas vacaciones con su padre, comienza a darse c...
❌ No vengo a promover ninguna de las acciones realizadas por los protagonistas o miembros de la historia es una historia no basada en hechos reales cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia ❌
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
'✵•.¸,✵°✵.｡.✰ 𝔸𝕟𝕘𝕖𝕝𝕦𝕤 ✰.｡.✵°✵,¸.•✵'
Al voltearme tenía a Rochi al frente de mí mirándome con su típica cara de desprecio.
—Tenías que hacer todo esto Blanco. —Espetó aferrándose al brazo de Esperanza.
—Hago lo necesario para no manchar mi nombre Leoni —Alegue en tono de burla.
—Mucho no hiciste, ¿no?, diciendo que mi hermano esto y aquello Angelus —Vocifero —Eres una estúpida, Angelus eres igual a tu padre —Se defendió.
—¿Qué insinúas? Que soy una mentirosa —Contesto algo irritada.
—No lo sé, yo sinceramente no te conozco y cada vez me convenzo de que odias tanto a Hope porque quieres ser como ella —Señaló con cierta picardía.
—¿De qué estupidez hablas Rocío? Nunca en mi vida seré como ella, es mala —Digo molesta
—¡Y tu una mentirosa! Como tu padre, ¿te acuerdas?
«Mis ojos empezaron a cristalizarse, abrí la boca para responder pero no podía emitir algún sonido, sentía la boca reseca y tenía algo de malestar».
—Basta Ro, vámonos ya Angelus. —Dictamino Angelo.
Angelo empezó a caminar pero Fran lo agarro del brazo.
—Por favor, no se lo digas —Suplicó.
—Es mi hermana Fran, le diré lo que sea necesario para que esté bien —dicho esto amagó el brazo para zafarse de su agarre y nos fuimos.
Estábamos caminando hacia la casa, sabía que lo que había hecho era una estupidez y que había lastimado a los dos Leoni, pero mi hermano, no decía nada. El silencio era tan sepulcral como aterrador, los árboles casi sin hojas tampoco ayudaban en la situación, entramos a la casa y...
«Ang subió a su habitación.»
—Señorita, ¿le sirvo algo? —Habló Cielo al verme entrar en la cocina.
—Cereal con leche, ¡Por favor!
—Enseguida.
—¿Cómo te sientes niña?, te noto pálida —Preguntó preocupada.
