Angelus Blanco, una estudiante de secundaria enamorada en secreto del hermano de su mejor amiga, cree que sus mayores problemas serán terminar la escuela y confesar su amor.
Hasta que, luego de unas largas vacaciones con su padre, comienza a darse c...
❌No vengo a promover ninguna de las acciones realizadas por los protagonistas o miembros de la historia es una historia no basada en hechos reales, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia ❌
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Apenas entré en la habitación vi a Nicolás, el mejor amigo de mi papá parado al lado de Angelus, pude notar que Angelus y Nic se parecen bastante y al conectar con sus ojos, me obligué a sacar ese pensamiento de mi cabeza. De un momento a otro, entrelace mis brazos, hace demasiado frío en esta habitación, cuando voy a avanzar Nicolás se voltea y se congela al verme, le doy una cálida sonrisa.
—Nic —Digo con ternura.
—Angelo, ¿Cómo estás? —Me pregunta mientras me abraza, me tenso un poco y me aparto de él.
—¿Cómo está tu esposa? —Pregunté con cierta pena.
"¿Por qué siempre me siento tan extraño junto a él?, Siento como si no fuera tan ajeno a Angelus y mi persona"
—Falleció, hace un par de años —contestó con una sonrisa triste.
Escuchó a Ange y veo que su mirada cambia, Nicolás corre hacia ella como si no le importará mi presencia, voy hacia Angelus, la cual está bastante soñolienta, intentando mantener sus ojos abiertos con torpeza, Nicolás le da un poco de jugo y gruñe, como si algo pasará.
—Nicolás, ¿qué pasa? —Interrogo con autoridad.
Sin embargo, como si fuera invisible para él se voltea y sale corriendo.
"¿Pero qué carajos?"
Toque la mano de Ange y la cubrí poco a poco, se sentía tan fría, estaba molesto, hasta yo me estoy muriendo de frío en este lugar, ninguno de nosotros se quedó con ella esta noche porque nos dijeron que nos íbamos a enfermar por no dormir nada durante días.
—Siento escalofríos Ang —balbuceó Angelus torpemente.
—Permiso —Escucho decir unas enfermeras que están poniendo algo en el aparato inmenso que supongo mejora a Ange, Nicolás entra y pone algo caliente en la mesita que está al lado de Ang
—Te ayudaré a sentarte, ¿si? —informó Nicolás mientras la ayudaba a acomodarse agarrando su espalda.
—Es, ok —Balbuceo Angelus.
Al tomarse de la mano ambos se congelaron por un momento y Angelus se estremeció.
