Angelus Blanco, una estudiante de secundaria enamorada en secreto del hermano de su mejor amiga, cree que sus mayores problemas serán terminar la escuela y confesar su amor.
Hasta que, luego de unas largas vacaciones con su padre, comienza a darse c...
❌ No vengo a promover ninguna de las acciones realizadas por los protagonistas o miembros de la historia es una historia no basada en hechos reales, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia ❌
—No puedo esperar más teniente, mi familia está allá adentro necesito accionar —Anuncio Camil impaciente.
—Teniente Camil, su familia no es más que un daño colateral de Green o Red.
Le di una cachetada y una patada en su entrepierna.
—Pero Teniente, ¿Qué demonios? —reclama tocando su zona.
—Eso General Gorky, solo es un maldito daño colateral, si usted, como oficial al mando tiene miedo de conseguir un amigo, un colega, como el Oficial Pasgar, todo bien. Aún no le ha avisado que está aquí traicionando su honor y el de sus oficiales, pero como teniente al mando de mi pelotón quiero que sepa que no solo voy a salvar a mi familia, sino que también mantendré a salvo a mi pelotón porque esa es mi maldita prioridad, si bien Green y Red son unos peces gordos que quiero atrapar, probablemente jugaron a la ruleta Rusa con mi familia y no pienso permitirlo.
Camil hizo una señal y sus hombres entraron, poco a poco. Ella también entró con ellos cumpliendo con labor, algo le decía que ella sabía lo que necesitaba, que sabía lo que estaba pasando.
—¡Fran!—Balbuceo Camil—Blackie, necesito que me cubras en este momento —Estableció desesperada.
—Teniente, allí están los papeles es su familia o la información —comunicó uno de sus hombres.
—Ve por la información, yo entraré por mi familia.
—Pero teniente, la dejaré libre pueden atacarla por ambos francos —Le comentó.
—Sé cómo hacer, tú no te preocupes... Gracias soldado —Dijo y siguió su camino.
Las cosas pasaron de una manera tan rápida, en cuestiones de segundo Camil tenía todo en sus manos, todo estaba bien y cubierto. Sus hombres pudieron arrestar a todos, incluso a uno sus nuestros hombres, Loren Pasgar, pero todo estaba bien únicamente había un hombre herido y fue transferido junto a Angelus y Francesco, Camil por fin se sentía tan feliz, aliviada de todo lo que estaba pasando en ese momento que ignoró que había golpeado a su general al mando y no se sentía avergonzada o arrepentida de haberlo hecho.
—¿Me mando a llamar general? —Pregunte con las manos en la cintura.
—Teniente...—Hizo la típica reverencia y volvió a su postura —¿Desea algo de mi general? —Dijo sentándome al frente de Josh —Se ve tan lindo, concentrado con sus papeles mi general —Comunicó
