13.

17 3 0
                                    

Desde hace unas semanas e intentado preguntarle a mis padres sobre todo esto, pero ellos me evaden o eso siento, pero estoy más feliz y tranquila ahora que Samuel está conmigo en esto y me ayuda a intentar controlar mis poderes.

Y bueno si a sido de gran ayuda, aún no logro poder saber bien que poder tengo por que aún que suene raro aveces mis poderes cambian.

En ocasiones puede ser esa sombra, o esa brillante luz, o puedo hacer caer rayos, aún no se muy bien como funciona cada uno, pero veo un progreso y Samuel cada día dice que lo hago mejor que el anterior y le creo.

Hace unos días no voy a los reinos, y mucho menos a las clases que dan allí, prefiero estar un poco alejada de todo ese mundo, siento que me agota y bueno nada me puede agotar más que la u.

Y bueno pues Samuel no solo a estado ayudándome a usar mi magia, también con Antoni de cierta forma, aún que no sabia que le interesaba de esa manera. Pero bueno ahora estoy divagando en la ducha mientras dejo que mi mejor amigo elija que me voy a poner en la cita de esta noche.

Al salir me puse lo que había elegido y bueno era lindo, una sudadera negra, un crop top café, unas jordán cafés, las cuales no recuerdo haber sacado de la caja alguna vez, y por último una chaqueta la cual le robe hace unos meses, tal vez por eso la había elegido, no lo se, luego de cambiarme, me puse unos pocos accesorios dorados, e hice algunas hondas en mi cabello, me maquille igual que siempre y estaba lista.

Un tiempo después Antoni había llegado por mi así tome un bolso negro, metí mi celular, y demás cosas útiles, salí de casa y lo vi parado frente a la puerta de su auto.

-Te ves realmente bonita.- dijo en cuanto me acerque.

-Creo que todo se lo debo a Samuel.- respondo.

-Supongo, pero aún así siempre te ves realmente bonita.- dijo sin dudar

-Gracias.- respondí esbozando una sonrisa.

Subimos a su auto y nos dirigimos hacia, espera hasta ahora me doy cuenta que no se a donde vamos, a donde va ser la cita, Samuel lo sabía por eso eligió lo que me iba a poner, pero no se a donde vamos realmente, supongo que solo me queda esperar a ver a donde llegamos.

Unos largos minutos después llegamos a una feria, habían juegos por todos lados, y bueno la comida no podía faltar, camine junto a él unos minutos hasta llegar a un puesto de tickets donde compramos algunos tickets para los juegos.

-¿A cuál quieres ir primero?.- dice mirándome fijamente.

-No lo se, ¿a la montaña rusa tal vez?.- hablo sin saber que decir.

-Vamos a la montaña rusa entonces.- Expresó con un brillo en los ojos.

Unos minutos más tarde ya íbamos al principio de la fila y éramos los siguientes en subirnos a esta atracción, estaba un poco feliz por que hacía un tiempo no montaba en una cosa de estas, al subirnos pude sentir la adrenalina corriendo por mi cuerpo al dar cada una de las vueltas, bajadas y subidas que esta atracción da, era genial sentir tal adrenalina correr por mi cuerpo, justo cuando rayos empezaron a caer, era majestuoso.

Algunas personas empezaron a correr, gritar y a entrar en panico, en cambio yo solo podía ver maravillada cada rayo que caía, y si, lo estaba haciendo yo, pero no sabía por qué lo estaba haciendo. Pero se sentía tan bien verlo, y hacerlo de cierta forma.

Cuando la atracción llegó a su final los rayos pararon y la calma llegó a cada una de las personas que estaban allí.

-Eso fue demasiado raro, viste como cayeron esos rayos y no dejaron ninguna marca.- señaló el suelo.

-Si, fue demasiado raro.- musito viendo hacia donde señaló.

Unas cuantas horas después estábamos frente a un puesto de algodón de azúcar, compramos algunos y luego Antoni fue directo a un puesto de esos en los que disparas y ganas algo, en este caso plantas o cosas verdes, de hecho eran interesantes esos premios.

Lo seguí y a los pocos minutos tenía dos  pequeñas suculentas en mi mano, eran muy bonitas, le di las gracias y le di un abrazo el cual correspondió alegremente.

Al volver a casa nos despedimos, le di las gracias por esta tarde, subió a su auto y se fue, subí a mi habitación y allí ya estaba un Samuel ansioso queriendo saber cada una de las cosas que sucedieron las última horas.

Le conté lo que paso en cada una de las atracciones, lo que paso en la montaña rusa, lo cual le emociono mucho y deseo haber estado allí para verlo, le cuento cuando fuimos a comer palomitas,   algodón de azúcar, como ganó las suculentas, me reclamo por no haberlo besado ni una vez, pero la verdad no vi necesidad de hacerlo.

Y si él estaba feliz por lo de hoy, aún que un poco molesto por que no sucedió nada según él, pero lo entendió y bueno trajo comida y helado para pasar la noche.

Luego llego Reed con más comida y así pasamos la noche del viernes. No se en que momento nos quedamos dormidos pero cuando abrí los ojos me levante y me dirigí al baño, al salir vi una Parisa entrando por la ventana que no se en que momento se abrió.

-Tienes que volver, no se pueden dar de cuenta que ya sabes la verdad .- susurró a mi oído.

-Aún no se la verdad del todo .- aclare.

-La vas a saber a su tiempo, vuelve y actúa como si no supieras algo .- aclaro.

-¿Por qué tengo que hacerlo?.- pregunte.

-Todo lo vas a saber a su tiempo, solo cuídate, vuelve y no confíes en nadie cuando estés allí.- me dice sin quitarme la mirada.

Es tan frustrante saber algo que a la vez no sabes, estoy tan confundida como antes o quizás más, no lo se. Pero solo voy a esperar a que la verdad llegue a mi de alguna forma o no.

Solo queda esperar y volver a ese lugar al que no comprendo para nada pero se que tarde o temprano comprenderé. Deje a un lado todos esos pensamientos y me volví a acostar junto a Samuel y Reed los cuales estaban abrazados y se veían tan felices y en paz.

***
Hola, espero les haya gustado
Carol.

LOS 5 REINOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora