LOS 5 REINOS

30.

Podía sentir un leve peso sobre mi cintura, intenté moverme pero escuche un gruñido atrás de mi, intenté girarme, pero mis ojos pesaban y los cerré sin inconveniente.

Sentí como algo o más bien alguien acariciaba mi cabello, abrí los ojos y sonreí al ver a Brennan frente a mi.

—Buenos días.—susurre.

—Buenos días, bella durmiente.— dijo, mirándome.

Me acomode en la cama y luego baje por comida. Sandra ya tenía dos platos de fruta picada, café.

—ya iba a subirles esto— señaló la comida.

La mire un poco desconcertada mientras la ayudaba a tomar las tazas de café.

—Tu invitado bajo hace unos 33 minutos.— miro el reloj en su muñeca— y me pidió llevarles esto.

—¿Hablaste con él?.—pregunte alarmada.

—Si, pero no se preocupe, sus padres salieron antes de que él chico bajara y no creo que nadie más lo haya visto.— dijo, intentando restarle importancia.

—Gracias, Sandra.— dije.

Subimos en silencio por las escaleras hasta mi habitación, Brennan estaba recostado el la cama, cuando nos escucho entrar se incorporo y nos sonrió alegremente. Sandra dejó los platos de fruta en la mesa de noche al lado de la cama.

—Gracias otra vez, Sandra.— dije antes de que saliera de la habitación.

—No se preocupe, señorita, si necesitan algo más solo llámenme.—dijo antes de salir de la habitación.

Una hora después Brennan se tuvo que ir, aproveche mi tiempo a solas y hice alguna de las tareas que tenia que presentar en clase la próxima semana. Cuando termine me acosté a ver algo en la televisión, pero una pequeña hada entro por la ventana.

—¿Estas bien?.— pregunte apenas la vi.

—Quería preguntarte lo mismo?.— hablo, a mi lado.

La mire un poco desconcertada y espere que siguiera hablando.

—Has estado un poco distraída los últimos días, no has ido mucho a el reino de cristal, tampoco a tus clases allí.— prosiguió ella.

—Todo esta bien, estoy en control, por eso ya no considero ir muy seguido a clases en el reino de cristal.— confesé.

—Que creas que ya tienes el control no significa que en realidad lo tengas, Atenea.— recriminó ella.

—Lo tendré en cuenta, y Parisa no te preocupes por mi.— respondí.— pero ya que estas aquí, deberías ayudarme a elegir un vestido para el baile de la próxima semana.

—¿Recibiste invitación?—pregunto sorprendida.

—Si, no se por que luces tan sorprendida— inquirí.

—Me tomó un poco desprevenida tu respuesta, Gaela siempre invita a los más posicionados en los reinos, y a sus familias, no tanto a los chicos como tú.— manifestó.

—¿Chicos como yo?, ¿sin padres de alguno de los reinos?— Expresé, negando con la cabeza.

—No me refería a eso y lo sabes, lo que trate de decir al decir los chicos como tú, fue alguien joven con poco conocimiento de sus poderes y los reinos.— aclaro, con una sonrisa.

—Talvez ella si crea que tenga control sobre mis poderes y por eso me llego la invitación... talvez ella tenga un poco de fe en mi.— brame.

—Sabes perfectamente como es ella.— aclara, con tono severo.