22.

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No había vuelto a saber nada de Brett, o parisa en algunos días, y bueno mis días solo se basaban en ir a la u, y luego ir al reino de cristal.

Todo era muy monótono cada día, pero bueno, no le veía nada de malo, me sentía hasta un poco menos preocupada por así decirlo.

Brennan a estado esta semana conmigo mientras estoy en el reino de cristal, tal vez nos hemos escapado algunas veces y puede que nos hayamos besado. Pero bueno ignorando lo anterior, Brennan me había ayudado a mejorar varias técnicas al usar la luz, aparte de que podía jugar con ella cuando era de día, cuando aún el sol no se escondía, podía almacenarla por así decirlo, y podía usarla en la oscuridad, de noche, era como encender una linterna, y esta era mi mano, la verdad ya había hecho de usar la luz en mis manos algunas veces para ir al baño y no encender la luz de la habitación.

Y bueno ahora mismo lo estaba haciendo por que iba a ir a la cocina por un baso de agua, o jugo, lo primero que encontrará, baje las escaleras con cuidado de no despertar a nadie y camine hacia la cocina. Antes de llegar allí me mareé y caí en lo que supuse que era alguno de los sofás, mis ojos se cerraron y fue como si entrará a un túnel en el cuál pasaban imágenes y videos de algún acontecimiento de mi vida.

Acaso me estaba muriendo, siempre escuche que no podía seguir la luz del túnel si no me quería ir aún de este mundo.

Observe bien el túnel y en una punta era muy brillante, la luz allí resplandecía demasiado tanto que podía sentir cómo ardían mis ojos, pero también me recargaba, en la otra punta se veía todo tan oscuro, era una completa oscuridad que parecía ocultarlo todo, esconder cosas, pero de cierta forma esa oscuridad me recargaba como lo hacía la luz.

Me quedé estática en mi lugar sin saber que hacer o como mover mis piernas siquiera, pero aún así me sentía bien, demasiado bien.

La luz y la sombra cada vez estaban más cerca de mi, era como si yo fuera un pararrayos o un imán lo cual atraía por un lado a la sombra y por el otro la luz. Cada vez se acercaban más, pero yo no sentía miedo, pánico, o algo malo, era al contrario me sentía recargada de algún tipo de energía la cual me hacía creer que podía lograr cualquier cosa.

Me deje creer de esto y cuando vi que estaban lo suficientemente cerca tome la luz con una mano y la sombra con la otra y de alguna forma hice que las dos se unieran, y vi algo en el eso que se formó.

Dos niños corriendo cerca de algún lago de colores, creo reconocerlo, uno intentaba que el otro lo siguiera a no se donde, pero ellos eran felices corriendo, uno de ellos se metió al lago y susurró algo sobre nunca haber visto agua de colores, se veía muy feliz y tierno en el agua, el niño que estaba con el se tiro al agua para estar con el otro, y allí empezó una pelea de agua, uno se lanzaba hacia el otro, se lanzaban agua, o se escondian debajo del agua y hacian caer al otro y cada vez eran más felices, sus risotadas se podrían escuchar a metros de allí, pero todo esto paro cuando a lo lejos se escuchaba a una mujer llamando a alguien.

-¡Brennan!.- es escuchaba una y otra vez más cerca de donde estaban los niños.

Ellos estaban muy alarmados así que salieron del agua y uno de ellos trató de esconderse en la cabaña que estaba cerca del lago, pero era algo tarde cuando la mujer dejó de gritar el nombre de Brennan y tomó al otro niño por el brazo.

-¿Y tú quien eres?.- inquirió aquella mujer.

-Mamá, el es un amigo.- hablo Brennan.

Así que esa era Gaela, Brennan, el otro niño debía ser Brett, ay no, la vez que Gaela técnicamente lo secuestro.

-¿Ah si?.- inquirió Gaela.- ¿y cómo se llama tu "amigo".

-El es bueno.- hablo un pequeño Brennan.

-Señora tengo que irme, porfavor suelteme el brazo me esta lastimando.- murmuró Brett.

-Oh no, no te vayas aún, eres amigo de mi hijo, te invito a comer algo a nuestra casa.- demando Gaela.

-Mamá, él ya se tiene que ir, tal vez otro día pueda venir a comer con nosotros.- hablo un pequeño niño intentando quitar las manos de su mamá del brazo de su amigo.

-Si, señora yo tengo que irme, otro día puedo aceptar la invitación, pero justo hoy no puedo, lo lamento, ahora si no le molesta me tengo que ir.- dijo Brett dándole unos pasos antes de ser llamado por Gaela.

-¿Te vas a perder un poco de pastel de chocolate?.- pregunto Gaela.

-La verdad nunca e comido chocolate.- Expresó el pequeño Brett.

-Él podría comer el pastel otro día.- intervino Brennan un poco nervioso.

-Ven pequeño.- dijo Gaela tomado a Brett del brazo y arrastrándolo por el bosque.- vas a comer con nosotros.

La visión se corto y no pude ver que sucedía con Brett, pero bueno ya se la respuesta, la maldita de Gaela se lo llevo, el quiso rehusarse, pero de todas formas ella se lo llevó como quien se lleva una uva en el supermercado.

Gaela era una maldita por hacerle esto a mi hermano, ¿Cómo pudo llevárselo como si nada?, ¿Le hizo daño alguna vez?. Apreté un poco, mucho los puños de la impotencia que me dio al ver todo esto.

Sentí un ligero escalofrío recorrer mi piel, y abrí los ojos y no se por que me encontraba fuera de casa, frente a la puerta de mi auto, ¿luego no estaba sobre un sofá?, entre a casa, y fui a la cocina en busca de mi vaso de agua.

Subi las escaleras y antes de poder entrar a mi habitación escuche un ruido adentro, tomé una posición de defensa y entre a mi habitación y vi a Brett sentado en la silla del escritorio.

-Se me cayó esta lámpara.- dijo mostrando la lámpara blanca que ahora estaba en sus manos.

Cerré la puerta y me acerque lentamente a él.

-¿Qué haces aquí?.- pregunte sentándome en una esquina de la cama.

-Pues, tú me llamaste, no entendí muy bien qué decías, pero nombrabas a Gaela, Brennan y a mi, no sabia que putas te estaba pasando así que vine a ver como estabas.- hablo él.

-Yo estoy bien, pe...pero...pero ¿tú lo estás?. - tartamudee.

-¿A que se debe esa pregunta?.-

-No se como, pero vi lo que pasaste el día que Gaela te llevo, le dijiste que no habías probado el chocolate y ella te tomó de un brazo y te llevó con ella sin importar cuantas veces le decías que no, que te tenias que ir.- hable lo más rápido que pude, tanto así que ni siquiera entendí que había dicho.

-¿Cómo hiciste eso?.- inquirió.

-No lo se, solo me desmaye y puf apareció ese recuerdo, visión lo que sea, frente a mi... lamento lo que pásaste.

-Todo fue por una rebanada de pastel de chocolate ¿no?.- intento bromear.

Solté una pequeña risa y le di un abrazo el cual me correspondió inmediatamente, en cuanto se separo me guió hasta la esquina de la cama donde las cobijas estaban destendidas, me hizo un ademán de que me acostará y en cuanto lo hice me cubrió con las cobijas y me dio un pequeño pico/ beso el la cabeza.

-Quise hacer esto cuando niño, pero no estabas ahí.- dijo sin mirarme.- ahora descansa pequeña, mañana será otro día.

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Hola, hola.
Espero lo hayan disfrutado.

Gracias por leer.

LOS 5 REINOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora