Capítulo 22

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3 de agosto, 2017

Les resumo lo que sucedió en este tiempo.

Me concentré de lleno en Madison, dejando de lado mis problemas.

Fuimos a la policía, lo arrestaron y fuimos a juicio. Preparé la defensa; con todas las pruebas y Madison de mi lado, solo hizo falta una sola sesión y con un receso para darlo como culpable.

Varios años de cárcel más ordenes de restricción para ambas por si acaso.

James y Lauren van en serio; citas, salidas, charlas nocturnas, todo para conocerse a fondo y ver qué sale de ahí. Aunque todos sabemos cómo va a terminar eso. Ambos estando juntos, es obvio.

Luego del juicio donde se dio por culpable a Hunter, salimos de fiesta. En la cual, Madison le presentó a una chica a Jason que quería hacer un trío.

Por lo cual, Jason obtuvo lo que quiso. Un trío con Jackson.

Y, aunque Jack le dijo que la pasó bien, sigue sin gustarles los hombres, pero Jason le dijo que obtuvo lo que quería y está bien.

Todos felices.

Menos Zack y yo.

Luego de la fiesta, volvimos juntos a mi casa y claramente tuvimos sexo, pero luego de esto, discutimos porque él quiere decir a los cuatro vientos que estamos juntos y yo sé que no se puede.

Pero él no lo entiende. Y no va a entenderlo hasta que se entere de la verdad.

Lo cual... me planteé y sí, pretendo decírselo.

Pero no puedo decirle, así como si nada. Necesito pruebas para confirmarlo y que me crea. Por lo que por teléfono sigo hablando con Jackson, ya que estoy en el pueblo y él en la ciudad, en su casa.

—¿Y cómo vas a hacer?

—Pensaba en ir a su casa —comienzo—, y decirle la verdad, que siento cosas por su hijo, quiero comenzar una discusión para que admita lo que hizo.

—Debes grabarlo.

—Lo sé. Tengo unos micrófonos que me puedo esconder en la ropa.

—Debes tener cuidado, si le dices eso puede que haga algo en ese momento.

—Lo sé, pero no puedo seguir así, Jackson.

—Lo que uno hace por amor ¿Eh? —dice divertido.

—No lo hago solo por eso. No puedo vivir con temor a que algo me pase o a mi familia, es mi pueblo, no tendría que haberme ido nunca y si lo hacía debía ser porque quisiese, no bajo amenaza.

—Y es por eso que te dije que debes hacer esto.

—Ella es peligrosa —le recuerdo—. Aún más que yo y no sé qué va a pasar si hago esto.

—Para saberlo, debemos hacerlo. Pero tienes que estar segura de si quieres ver las consecuencias y estar preparadas para cuales sean.

—Lo sé, más me asusta mi familia.

No dice nada. Hasta que suspira.

—Piénsalo y dime qué decides. Tú lo dijiste. No puedes vivir con miedo.

—Bien, te dejo. Cuídate.

—Tú también, muñeca.

Corto y me quedo viendo la pared, pensando.




4 de agosto, 2017

Dime que te veré luegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora