Rebecca:
Apenas sus labios hacen contacto con los míos, una sensación de satisfacción me recorre el cuerpo como pura electricidad.
Sus labios se mueven bruscamente sobre los míos, haciendo fuerza sobre mi nuca hacia él para que no haya espacio que nos separe ni aire que entre. Sus dientes chocan algunas veces con los míos por lo agresivo del beso, su lengua se entrelaza con la mía, saboreando cada centímetro de mi boca, deleitándonos del momento luego de tanto tiempo sin hacerlo.
Su mano en mi espalda se traslada a mis muslos para hacer que rodee sus caderas con mis piernas, tomo su rostro y me dejo llevar, olvidándome de todo, con mi mente en blanco y sintiendo lo maravilloso de sentirlo contra mí.
Nuestros labios se mueven rápido, ansiosos y deseosos de más. Mis pulmones arden rogando oxígeno y el beso se detiene, quedando con su mano sobre mi nuca y las mías sobre su rostro. Nuestras frentes juntas y respiraciones muy acelerada igual que nuestros corazones.
No abro los ojos, me quedo recuperando el aire en silencio y es cuando mi conciencia vuelve a mí.
Acabas de besarlo.
Eso parece...
Lo besaste.
Sí...
¿Olvidas el anillo en tu mano?
Abro los ojos de repente, atónita.
—Mierda.
Me separo abruptamente y comienzo a nadar lejos para irme, pero sé que me sigue.
—¿Qué pasa? —dice mientras me coloco el pantalón.
—No vuelvas a hacer eso —digo molesta, no con él, conmigo.
Bueno, con él un poco también.
—¿Por qué? Si lo disfrutaste tanto como yo.
—No, aléjate de mí, no vuelvas a besarme.
Corro lo más rápido que puedo a mi auto y me subo para ir a donde me estoy quedando.
Cuando llego a la casa voy a la cocina para bajarme una botella de agua.
No pasa mucho que la puerta es abierta y llega a mí un Zack confuso y molesto.
—¿Cómo es eso de aléjate?
—No me vuelvas a besar.
—Tú también me besaste.
—Eso no va a volver a pasar.
—¿Por qué?
—¿Cómo que por qué? —pregunto atónita y le muestro mi mano derecha, frunce el ceño.
—¿Y? No cambia lo que sentimos con el beso.
—¿Cómo y? Cambia muchas cosas, cambia todo.
—No —dice sujetando mi rostro con una mano de repente, mirándome muy molesto.
—Sí.
Vuelve a pegar sus labios a los míos y me quejo en medio, pero no puedo evitar llevar mis manos a su pelo para pegarlo más a mí mientras gruño en molestia. La intensidad del beso no cambia, sigue siendo brusco y ávido.
Me levanta y me sienta en la encimera, entremedio de mis piernas, coloca sus manos en mis caderas y me aprieta a él, sintiendo su erección justo en el punto débil de mí ya húmeda entrepierna, haciéndome gemir sobre sus labios.
Sus manos se aprietan con fuerza y me besa con más intensidad, tomando todo de mí.
Escucho la puerta siendo abierta y empujo lejos a Zack que se queda jadeando en la otra punta de la cocina, me bajo y miro hacia el suelo. James entra, no lo miro, ni siquiera presto atención a si me habla. Sé que le dice algo a Zack y luego se va.
ESTÁS LEYENDO
Dime que te veré luego
Fiksi Remaja"Eran amantes eternos, buscarse y encontrarse una y otra vez era su karma". Isabel Allende #1 amorpeligroso 19/08/2023 Es una historia mía que salió de mi mente, no copien y crean ideas nuevas y originales, por favor. Portada hecha por mi.