Capítulo 41

1.3K 153 6
                                    

Maratón 5/6



19 de septiembre, 2017

Zack:

—Antes de salir, déjenme la tarea de ayer en el escritorio.

Corrijo un par de cosas en el último examen para mañana ya entregarlos mientras ellos toman sus cosas y mientras salen, me dejan sus hojas en mi mesa.

—Hasta mañana, profesor Klein.

—Hasta mañana chicos.

Una vez todos se van y termino con ese examen, tomo mis cosas, guardo las tareas y antes de guardar la computadora, envío el mail con la traducción de unos documentos y la corrección de otros.

Cuando estoy saliendo, un cuerpo colisiona con el mío y maldice. Enfoco mi vista en un James bastante paranoico.

—¿Qué haces aquí?

—Ven, mira esto.

Va a mi escritorio y lo sigo, me muestra su celular y confuso lo tomo. Veo la noticia, alguien salió de prisión.

—¿Qué pasa, James? No entiendo por qué me muestras esto.

—Lee un poco.

Bufo y comienzo a leer. Cuando entiendo, el pánico entra a mi cuerpo.

—Mierda.

—Sí, mucha mierda.

Sacaron de prisión a un hombre que había sido detenido por maltrato a su esposa. Lo importante, es que ese hombre fue enviado a la cárcel por nada menos que Rebecca.

—Hay más.

—¿Más? —pregunto sorprendido y asiente, asustado.

—Sacaron de la cárcel al hombre que había mandado a golpear al cliente de Beca, al juicio que fuimos, no recuerdo el nombre, el hombre que quiso golpearla ¿Recuerdas?

—Sí, pero tiene una orden de restricción igualmente.

—¿Crees que le sería un impedimento? ¿De verdad? —me mira obvio y maldigo reiteradas veces.

—Hay que decirle a Rebecca, hay que decirle que no salga.

—Lo intenté, no contesta las llamadas ni los mensajes.

Paranoico, tomo el celular para marcar su número.

Contesta, por favor, contesta.

Ruego internamente mientras suenan los tonos.

No contesta.

—¡Carajo!

Miro a James que está igual que yo.

—Hay que buscarla, esos hombres van a ir por ella, lo sabes.

—Vamos, en el camino llamemos a Jackson.

Nos subimos a mi auto ya que él vino corriendo.


Mientras conduzco a la ciudad, James llama.

—Vamos, Jackson, contesta carajo.

—¿Hola? —suspiro aliviado cuando atiende.

—Jackson —dice James—, ¿Estás con Beca?

—No, estoy saliendo del trabajo.

—¿Hablaste con ella hoy? —pregunto a la vez que piso el acelerador.

Dime que te veré luegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora