Capítulo 50

1.3K 149 8
                                    

19 de octubre, 2017

Zack:

El tono de llamada de mi celular me despierta, veo la hora y son pasadas las doce.

Lo tomo de mala gana.

—¿Hola?

Escucho una risa femenina, la reconozco como la risa de Rebecca.

—¿Rebecca?

—Mi amor... —dice con voz pastosa, sonrío porque sé que va borracha.

—¿Dónde estás?

—Jaaacksoooon —canturrea y escucho la risa de Jackson—. ¿Sabes dónde estamos?

—Eeeeeeeh... ¿Si? —vuelven a reír, okey, ambos van borrachos.

Me levanto y me coloco la camiseta.

—Dulzura, dime dónde están así voy por ustedes.

Escucho que gruñe en desagrado.

—Me gusta cuando me lo dices en francés.

Tomo las llaves del auto sonriendo.

Douceur, dime dónde están, estoy saliendo.

Una risa risueña sale de ella, lo que hace que retenga una risa.

—Me gusta cómo suena esssso.

—¿Vas a decirme?

—Jaaaackiiii —vuelve a canturrear y escucho que Jackson canta algo raro—. ¿Seguimos en el bar?

—Pa, pa, para pa paaa —canturrea Jackson—. ¡Auch! —dice de repente—. ¿Por qué me golpeas?

—Préstame atención hombre, ¿No ves que mi prometido quiere saber dónde estamos?

Prometido...

Esta chica va a volverme más loco de lo que ya me tiene.

—Eeeeeh... creo que seguimos en el bar.

—¿Zaaack? ¿Sigues ahiiii? —dice por el teléfono y no aguanto la risa esta vez.

—Sí, sigo aquí.

—No nos movimos de donde estábamos ¿Oíste?

—Sí, ya oí, estoy cerca.

—Okeeeey, nos vemos amorrrrrr.

—Yo quiero a alguien para decirle amor, no se vale —escucho la queja de Jackson.

—Pues consíguetelo, no me robes al mío.

—Egoísta, comparte a tu hombre.

—Nop, eso nuuunca.

Llego y los veo a ambos sentados en una mesa afuera, riendo, Rebecca tiene el teléfono en la mano y Jackson tiene un pie sobre la mesa.

Bajo y corto.

—¿Me cortó? ¿Mi hombre me cortó?

—¡JA! Por egoísta.

—Estoy aquí —ambos me miran y Rebecca sonríe ampliamente con sus ojos brillando por el alcohol.

—¡Viniste! —dice emocionada levantándose y tirándose a mis brazos, la sostengo por la cintura.

—¿Te nos unes? La estamos pasando de puta madre —agrega Jackson.

—Creo que es hora que ambos se vayan a la cama.

—Buuuuu, tu hombre es aburrido.

Rebecca me mira haciendo puchero y por un segundo me distraigo viendo su boca, pero respiro hondo y la llevo al auto.

Dime que te veré luegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora