Capítulo 84

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Alba se terminó su sándwich en dos bocados y se levantó solícita para ayudar a Nancy a preparar un postre y recoger todo. Natalia apenas había probado el suyo y la miró preocupada. Antes de seguir a Nancy se agachó junto a ella.

- ¿Estás bien?

- Sí – le sonrió.

- ¿No decías que tenías hambre?

- Si – admitió.

- Entonces... - le señaló con un leve movimiento de cejas el sándwich.

- Está asqueroso – susurró encogiendo un hombro.

- ¡Nat!.. abrió los ojos temiendo que la hubiesen escuchado – pero si es de atún.

- Sí, con manteca de cacahuete – la puntualizó - ¡asqueroso!

- Cómetelo – frunció el ceño sin decir nada más y se marchó al otro lado de la tienda para ayudar a su amiga.

Germán aprovechó que la enfermera se alejaba para acercarse al oído de Natalia y decirle.

- Tú también deberías hacerlo.

- ¿El qué? – le preguntó desconcertada.

- Preocuparte y no empeñarte en negar lo evidente.

- Sabes que lo hago – respondió con seriedad – eres tú el que me insistía ayer que no fuera tan pesimista así es que haz el favor de disimular mejor delante de Alba.

- No te entiendo... si tanto la quieres, ¿por qué no haces algo para evitar que...?

- Lo haré... en Madrid.

- Bien... pues en cuanto volvamos... os marcháis.

- ¿Ya estás harto de mí? – sonrió irónica.

- Cree lo que quieras – respondió serio - ¿de verdad que tú te encuentras bien?

- De verdad, ha sido la ansiedad del recuerdo lo que me ha provocado todo eso, la ansiedad y la leche que me he dado al escurrirme.

- Aún así...

- No entiendo el resultado de esa analítica, no me siento ninguno de los síntomas y... por más vueltas que le doy.

- Hay casos asintomáticos y lo sabes, tú misma lo dijiste.

- No Germán, he estado pensando en esos resultados y tienes razón hay cosas que no cuadran, si interpreto ciertas cosas en ese sentido, debería tener otras alteraciones, ¿y dónde están? porque o es asintomático o no lo es.

- En eso estoy totalmente de acuerdo contigo. Vas a tener que tomar en consideración la opción que te di.

- No Germán, eso es aún más absurdo. Absolutamente. No puedo creer que.. no puedo. Es imposible. ¡Imposible!

- Piénsalo bien... si tu cuerpo no produce esos índices, si esas toxinas no responden a una alteración de tu organismo el problema es externo ¿no?

- No sé.

- Sí lo sabes, pero no quieres creerlo. Si esas toxinas no se generan en ti, estarás tomando algo que cause esos resultados.

- Pero no tomo nada.

- ¿Y las vitaminas?

- No puede ser – musitó, pero sus ojos reflejaron que estaba cayendo en la cuenta de algo.

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