𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 (𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗂𝗎𝗌)

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— Estoy nerviosa, Sev— la pelirroja miro a la ventana viendo como padres nostálgicos se despedían de sus hijos

— No te preocupes, Lily, todo estará bien—

Lily Evans tomó la mano de su amigo y la apretó un poco nerviosa — ¿Y si no me eligen para ninguna casa?

— No seas tonta Lily, mi madre me dijo que el sombrero siempre elegía la opción correcta para los nuevos que llegan a Hogwarts— tranquilizó Severus aún mirando sus manos juntas — Iremos a Slytherin juntos

—¿Slytherin? — una voz que entraba al vagón de hizo presente — preferiría que me mandaran a Hufflepuff antes que a Slytherin— un niño de cabello un poco rizado, piel un tanto morena pero a la vez un poco pálida y ojos grises se sentó a un lado de Severus que frunció el ceño

— Estoy de acuerdo contigo, desconocido— otra voz se hizo presente, ahora entro al compartimiento un niño de piel canela, ojos marrones, gafas redondas y cabello azabache despeinado, él se sentó a un lado de Lily— Soy James, James Potter

— Soy Sirius, Sirius Black— se presento el otro chico

— ¿Black? — James lo miró dudoso, sabía la reputación de la familia Black

— Sí, no te preocupes, no soy como el resto de mi retrógrada familia— sonrió orgulloso — Con decir que mi mayor deseo es entrar a Gryffindor

—¡El mío igual! Seré un valiente león como mi padre — James sonrió ampliamente, se levanto y alzo su brazo como si sostuviera una espada

— ¿Gryffindor?— Severus se animó a hablar por primera vez

— Sí, la mejor casa obviamente— Sirius miró a Severus con superioridad

— Slytherin es la mejor casa

— Pff... son puros magos perversos, malos, envidiosos y mentirosos— Severus apretó los puños ante el comentario de Black

— ¡Eso no es cierto! Gryffindor está llenos de tontos de cerebro pequeño

— ¡Mira Sirius, ahora este se llamará Quejicus... de tanto que se queja!— James miró burlón a Severus

— ¡Vámonos Sev! No hay que juntarnos con estos irrespetuosos— la primera vez que Lily habló fue para agarrar a Severus del brazo y sacarlo de ahí con las carcajadas de James y Sirius por detrás de ellos

Desde ahí la enemistad de los merodeadores y Severus floreció pero especialmente la de él y Sirius.
Lo que antes era una linda amistad, respetuosa y cariñosa ahora era odio mutuo, ganas de rodear el cuello de su enemigo con sus propias manos y ahorcarlo hasta que le faltara el aire y muriera.

𝑴𝒆 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒅𝒐 𝒕𝒖 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒎𝒊 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐.
- 𝑹.𝑺