Estaba saliendo de su habitación en Malfoy Manor, era navidad ya pero sinceramente no estaba muy emocionado pues se había acostumbrado a no recibir más regalos más que los de Lucius y el señor Malfoy, no lo malinterpreten, el apreciaba mucho esos presentes pero le gustaría recibir al menos una nota de feliz navidad por parte de su madre pero lastimosamente eso no se podía ya que el idiota de Tobías la mantenía cautiva y sin comunicación alguna.
—Buenos días — saludo al llegar al comedir junto a su amigo y Abraxas
—Buenos días, Severus, muchacho— saludo con un movimiento de cabeza el patriarca de los Malfoy
— Siéntate aquí, Severus— Lucius indicó la silla a un lado de él mismo
Severus caminado con paso firme se sentó a un lado de su amigo, y rápidamente un delicioso desayuno apareció frente a él seguido del elfo doméstico Dobby se le sirvió una taza de té de frambuesa para retirarse rápidamente.
—¿Cómo te has sentido muchacho?— pegunto Abraxas
—Excelente, señor, gracias— respondió con educación
—Me alegra, realmente me alegra...come, necesitas fuerzas
El desayuno transcurrió tranquilamente al igual que el recibimiento de los obsequios, después de eso los tres junto a la señora Malfoy que acaba de llegar de un viaje a Australia salieron a dar un paseo por los terrenos ahora navideños de Hogsmeade.
Severus estaba realmente nervioso pues sabía que en cualquier momento el Black podría aparecerse por el acogedor pueblo.
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Los cuatro merodeadores estaban alegremente entonando una extraña canción a todo pulmón en Las Tres Escobas pero el animago de ojos grises paró en seco al ver tres rubios de gran porte entrar por la puerta y delante de ellos un pálido mago de cabello negro con el mismo porte que lo rubios.
Los siguió con la mirada hasta que se sentaron en una mesa pero antes de hacer esa acción un pequeño elfo doméstico apareció con uno pañuelo y un rociador, limpio y sanitizo toda la mesa para que sus amos, el joven amo Malfoy y el joven amo Snape se sentaran libremente.—¿Esos no son los Malfoy y...Snape? — preguntó por detrás su miope amigo y todos voltearon a ver a los rubios y al pelinegro
—Al parecer — el licántropo miró a la familia con extrañeza
Los merodeadores se le quedaban viendo hasta que la misma Madame Rosmerta se acercó a ellos y tomó su orden, cuando la bruja se retiró vieron como el matrimonio Malfoy salía del establecimiento dejando a ambos jóvenes solos.
Tres de los merodeadores decidieron seguir con lo suyo pues les importaba una mierda lo que Malfoy y Snivellus hicieran pero en cambio el merodeador de rizos se les quedó viendo y frunció el ceño al ver que el rubio desabrido se acercaba a "su Sevy"
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Lucius se acercó al oído de su amigo y amor para susurrarle
—Vayamos a otro lugar, este no me gusta
Y se sonrojó al sentir como el pálido mago volteaba su rostro quedando a centímetros del de él
—Tus padres dijeron que esperemos aquí
—Sev...mientras tú estés ellos son blandos— el rubio mago le guiño un ojo al pocionista
—No lo sé...
—...Sevy...
—No
—Sev...Sevy
—...
—...
—Está bien, sólo unos minutos
El Malfoy sonrió con victoria, agarro la mano de su amigo y lo levantó de la mesa casi golpeando la bandeja que traía Madame Rosmerta con su pedido, Lucius puso unos galeones en la mesa y salió junto al pálido mago del establecimiento dejando desconcertada a la bruja y al merodeador de rulos.
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—¿Y a donde vamos? — preguntó el pocionista sin darse cuenta que aún su mano seguía junto a la de su amigo
—A un lugar que descubrí hace unos meses— mintió, sí, lo descubrió hace unos meses pero no fue por accidente, no, el se empeñó en encontrar un hermoso lugar para llevar ahí a su amado —No ha de estar muy lejos ya— le sonrió al azabache y apretó más su mano para incitarlo a seguir caminado
Lo que ambos magos no sabían fue que cierto joven de ojos grises llamado Sirius Black los había estado siguiendo desde que salieron de la taberna, Black caminaba por la nieve con en ceño fruncido al ver a ambos magos tan juntos.
No es que hubiera enamorado de Snivellus de un día para el otro, no, sólo que en su ser de estableció ese sentimiento que tenía por Snape cuando niños, ese sentimiento de protección y algo más que no sabría cómo describir.
Trataba de ser sigiloso para no se descubierto, oía las carcajadas del rubio y unas débiles risitas en suspiro por parte de Snivellus.
Pasaron unos minutos más caminando cuando Sirius se detuvo porque vio a Malfoy y a Snivellus entrar a una extraña cueva cubierta de nieve y enredaderas, gruño cuando ya no los vio y espero unos segundos más, camino a hurtadillas hasta la extraña cueva y movió un poco las enredaderas para ver en donde se habían metido esos idiotas pero la imagen que vio le provocó, no una, sino varía sensaciones extrañas.
—Pero que demonios...
<<El final siempre sorprende, aunque esté escrito desde el principio>>
Sí, otra vez los volvía a decepcionar...dije que haría capítulos mucho más largos pero la escuela no me deja tiempo para si quiera pensar en un gran capítulos pero juro que el próximo será al menos de 2,000 palabras.
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𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 (𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗂𝗎𝗌)
FanfictionDebemos saber tratar con aquellas personas frías y de corazón de piedra porque si logramos que nos lo abran encontraremos los sentimientos más puros y sinceros que podamos imaginar...sólo debemos saber quererlos y apreciarlos. Sirius aprenderá a co...