𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 (𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗂𝗎𝗌)

-33-

Miró al chico salir prácticamente corriendo, se veía apagado y asustado así que miro hacia la dirección en la que el chico había venido viendo una desgastada casa llena de cadenas entonces miro la fotografía que le había dado Evans y reconoció la casa, era la casa de su Verus, ¿Por qué maldita sea todas las ventanas y puertas tenían cadenas y candados?

Asustado corrió hacia la casa de aspecto abandonado, logró escuchar gritos de una mujer y ruidos de cosas rompiéndose, miro hacia el segundo piso y vio la sombra de la delgada figura de su Verus golpear la puerta con su su hombro, ¿¡Qué rayos estaba pasando!?
Fue al patio trasero pero igual estaba cerrado así que regreso frente a la ventana de Severus y una loca idea le llego a su mente.  Ahí había un viejo árbol de débiles y frágiles ramas, no había opción así que trepo el árbol astillándose las manos y con el riesgo de caer hacia la reja de metal que había.
Una vez frente a la ventana de Severus no podia ver mas que su sombra así que tomando una pequeña piedra que hacia recogido antes la lanzo pegando en la ventana, así lo hizo unas cuantas veces más hasta que la cortina se deslizo a un lado dejando ver a su hermoso Verus lleno de rasguños, golpes y una playera ensangrentada. Es imagen lo asusto aun mas, ¿Que había pasado?

Severus por otra parte no sabia que estaba pasando, incluso llego a pensar que su cerebro le estaba jugando una muy mala broma pues Sirius Black estaba frente a él, se sintió extraño al verlo pero no deja menear extraña, no, una oleada de tranquilidad y serenidad llego de golpe a todo su ser. Aquel chico le traía paz...estaba completamente seguro de que estaba loco.

¿Cómo podia su enemigo de hace un año atrás tráele tranquilidad? Sí, estaba loco.

—Rompe las cadenas— dijo Sirius pero Severus no podía oírlo —Verus, rompe las cadenas— habló moviendo mas los labios para ver si así su pelinegro pudiera entenderle.

Severus un mas desesperado comenzó a buscar una libreta y un lápiz para escribir, si Tobías veía a Sirius aho estaba seguro que ambos estarían muertos. Al acabo de unos segundos logró encontrar lo que necesitaba, escribió rápidamente y pego la libreta a la ventana para que el Black fuera capaz de entender lo que quería.

"Vete" leyó Sirius, su ceño se frunció y de su mochila saco un pergamino y un lápiz muggle, le gustaba coleccionar cosas muggles que le fueran útiles.

"No me ire, ¿qué te paso?" Leyó Severus para volver a escribir

"No te interesa. Vete antes de que te vea" Sirius gruño y con frustración volvió a escribir

"Antes de que me vea, ¿Quien?"

Severus estaba desesperado mientras agudizaba su sentido de la audición para saber si Tobías venía "Tobías. Por favor, vete" aunque no pudiera escucharlo Sirius sentía las suplicas con las que era escrita cada palabra

"No me ire sin ti" sentenció el de ojos grises viendo como Severus suspiraba y negaba con la cabeza

"Mi madre esta abajo con él. No me ire sin ella"

"Lo siento, mi amor, pero es ella o tú y prefiero sacarte a ti" sin dejar responder a Severus comenzó a bajar del viejo árbol. Tenía un plan y esperaba que su Verus lo entendiera.
Se acerco a la puerta y toco tres veces escuchando como los gritos y sollozos se detenían. Al poco rato la puerta fue abierta de manera brusca dejando ver a un hombre alto, con ropas sucias y con un fuerte olor a alcohol.

—¿¡Qué quieres!?— Sirius cerro los ojos con fuerza al escuchar el grito y el olor a alcohol que emanó la boca de ese señor

—Buenas tardes, mi nombre es James Smith— uso el nombre de su amigo y el apellido muggle de una novia antigua para que no fuera sospechoso