𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 (𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗂𝗎𝗌)

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— Sev...hijo, apúrate— dijo la señora Snape tocando la puerta de su hijo que no tardó en abrirla

— Estoy listo —ambos bajaron y se adentraron en la cocina donde Eileen había preparado un desayuno, no era el más delicioso pero era algo

— Come, debes de tener fuerzas para aguantar el viaje a Hogwarts— Eileen le sirvió un plato de comida a su hijo

— ¿Dónde está?— preguntó Severus llevándose un bocado de comida a la boca

— Sigue dormido pero no tardará en despertar, es mejor que nos apresuraremos— Eileen acarició el hombro de su hijo

— Vámonos de aquí, si quieres pierdo este año en Hogwarts pero larguémonos— Severus miró con ojos suplicantes a su madre

— No, Sev, tienes que terminar estos dos años, si lo haces serás alguien en la vida y no sufrirás mas— Eileen habló con voz suave

— Madre, yo seguiré sufriendo si tú lo sigues haciendo—

— Cariño, yo estaré bien, anda, es hora de irnos—

Severus se rindió y subió por su baúl, bajo y tomó la mano de su madre que los aparecería en la estación.

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— Tranquilo, lo que haya pasado entre ustedes lo arreglaran— la madre de Severus lo motivo ya que lo descubrió viendo a Lily

— No lo creo— Severus aparto la mirada de la pelirroja

— ¿Pero qué pasó?— Eileen sobo el hombro de su hijo

— Nada, sólo una pelea— mintió

— Está bien, mi amor, anda, sube al tren. Nos veremos en el verano — Eileen sabía que su hijo no pasaría ninguna vacaciones con ella este año, en si, desde que entro a Hogwarts, sólo las de verano

— No te preocupes, el próximo año me gradúo  y podré darte la vida que te mereces— Severus se acercó a su mandare y le dio un cálido beso en la mejilla — Prométeme que si Tobías te quiere volver a lastimar no dudarás en sacar tu varita y atacarlo

Eileen tomó ambas manos de su hijo — Te lo prometo, cariño— Severus sabía que mentía, todos los años le prometía lo mismos y cuando él volvía a casa su madre tenía cicatrices nuevas — Anda, el tren te va a dejar

Se abrazaron una vez más y Severus tomó su baúl para adentrarse al tren.

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— ¿Han pensado en una broma para iniciar este año con todo? — preguntó James buscando un compartimiento

— Estaba pensando en hacer un revuelo en todo el Comedor y para finalizar una broma a Quejicus— James sonrió ante el comentario de Sirius

— Me parece bien, ¿ustedes que opinan?

— No cuenten conmigo, yo ya no haré esas cosas, tal vez les ayude con lo del Comedor pero no con lo de Snape— informó Remus abriendo la puerta de un comportamiento vacío

— ¡Merlin! ¿Por qué no? — James se cruzó de brazos sentándose

— Ya les dije, es algo muy infantil cuando él no nos ha hecho nada, absolutamente nada— Remus miró al de gafas

— Remus, no me gusta tu actitud con Snape— Sirius se sentó frente al licántropo y a un lado de James

— Estoy de acuerdo con Canuto— James apunto a su amigo de a lado asintiendo

Remus sólo los ignoro y se sumergió en su lectura

— ¿Que hay de ti, Peter?—

— Yo si, es-está bien los apoyo— el regordete se unió a los otros dos ganándose un movimiento de cabeza en forma de negación por parte del licántropo

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— Sean todos bienvenidos a un año más en Hogwarts, antes de iniciar me gustaría decirles algo.... En especial a los alumnos de último año y de sexto año que sólo les falta un año para que termine sus estudios — la voz de Dumbledore resonó por todo el Comedor llamando la atención de todos los presentes — Se que ha sido un camino muy largo para ustedes, difícil, pesado y hasta para algunos doloroso— al decir esto Severus ladeo la cabeza y frunció los labios— Pero espero que entiendan que todo lo que vivieron los forjará para ser unas buenas personas, una personas que lograrán muchas cosas...si se lo proponen. Muchos de ustedes pasaron por muchas cosas durante su estancia en este colegio, aprendieron, jugaron, se divirtieron, hicieron amigos leales— volteo a ver a los merodeadores— algunos trataron de sobresalir, fueron los mejores alumnos que los profesores tuvieron alguna vez, asombrosas habilidades salieron a la luz dejándonos ver lo valiosos y talentosos que son— ahora volteo a la mesa de las serpientes viendo al joven Snape, él era el mejor alumno de todo Hogwarts— Y se enamoraron.... O lo harán, quien sabe, tal vez en este año sea que encontrarán a su alma gemela, la persona que los complementará a la perfección.....quisiera compartirles algo muy importante que pensé y medité esta mañana.......jamás menosprecien los sentimientos de los demás y menos de aquellas personas frías y de semblante serio, porque les aseguro....que cuando abren sus corazones, nos muestran los sentimientos más puros y bellos que nos podríamos imaginar.....si se llegan a enamorar de una persona cómo está, sean la llave del baúl donde guardan sus sentimientos. Ahora que el banquete comience... — Dumbledore dio un aplauso y enseguida mucha comida apareció en las cinco mesas (la mesa de Gryffindor, Slytherin, Huffelpuff, Ravenclaw y la de los profesores)

— Que discurso tan raro dio Dumbledore— fueron las palabras que salieron del mayor de los hijos de Orión y Walburga Black

— Dímelo a mi, se me hace que ese con cada día qué pasa se vuelve más loco— dijo James sirviéndose un poco de puré de papa

— A mi me pareció interesante y muy sabio— Remus dejó de leer y vió a sus amigos — Si lo piensan no es muy difícil de entender

— Según tú, ¿qué entendiste?— le pregunto Sirius

— Bueno...aveces llegan personas a nuestras vidas que les cuesta hablar sobre lo que sienten o expresarlo— Remus tomó su plato y se sirvió un poco de estofado mientras hablaba

— ¿Cómo quien?— ahora fue James quien habló

— No sé...cómo Snape— soltó Remus

— ¿Otra ves con el tonto de Quejicus?— reprochó James — Empiezo a creer que te gusta— Sirius asintió ante el comentario de su amigo

— No precisamente tienes que gustar o estar enamorado de una persona para entenderlo, qué tal si él es así de frío y cortante porque tiene problemas en su casa o le pasa algo. A lo que me refiero es que nosotros juzgamos sin pensar en lo que la otra persona pasa o piensa— después de eso James negó con la cabeza y con un "no, Quejicus es alguien estúpido e imbecil, eso es todo" saliendo de su boca, en cambio Sirius no dijo nada y se quedó pensando en las palabras del licántropo