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Algunos días pasaban con normalidad, se veían en algún punto y hora donde no hubiera muchos muchos estudiantes transitando por ahí. Sirius llevaba el mapa del merodeador para que sus amigos no vieran con quien estaba  y Severus se inventaba alguna excusa para librarse de sus amigos.

Eran las 9:47 de las noche y ellos estaban en la biblioteca, en algún rincón apartado donde solo lo iluminaba las derretidas velas que estaba en centro de la mesa rodeadas de libros, algunos más grandes y anchos que otros pero todos llenos de información para aquellas mentes sedientas de conocimiento como lo era la de Severus Snape.
El chico de azabache cabello pasaba con lentitud las paginas del libro a frente a él mientras que con su mano dominante movía la pluma llena de tinta sobre el pergamino redactando algún tipo de informe para alguna clase; esa era la imagen que tenía Sirius Black.

El de rizos de igual forma debería estar haciendo algunos pendientes pero para él nada era más importante que aprovechar cada segundo que su amado Verus le daba para estar junto a él y admirarlo, los deberes podían espartera un poco más o si eran para mañana los hacía en el transcurso de las clases...nada de qué preocuparse.

—Deberías estar estudiando o haciendo alguna tarea— la suave voz de Severus lo distrajo de su fabuloso plan académico y con una boba sonrisa lo volteó a ver

—Me gusta más mirarte que hacer el tonto informe de Binns

—Tonta será la calificación que te pondrá cuando no le entregues nada

—No es que me preocupe mucho— hizo una mueca despreocupada mientras se recostaba en la mesa aún viendo a Snape

Mientras tanto Severus dejaba de mirar su libro y lo vio a él —¿Por qué no te importa?

Por un momento Sirius se quedó sin palabras -algo muy raro en él- y se quedó pensando -algo aún más raro en él- ~así que esto se estaba poniendo personal~

Apretó los labios y luego los soltó para comenzar hablar —Bueno...no estoy seguro. Cuando era niño me emocionaba la idea de entrar a Hogwarts y ser de sus mejores estudiantes...incluso entrar a Slytherin, o al menso esa fue la idea que me metió mi madre. Con mi entrada a Gryffindor toda motivación se fue, era la decepción de toda la familia y nadie estaba ahí para apoyarme, a excepción de mi tío Alphard, te encantaría conocerlo, nos llevamos muy bien, en fin. Con la indiferencia de todos, de mis padres y de Regulus no veía porque ser bueno en los estudios, al fin y al cabo ya no era un ejemplo para seguir y mucho menos un orgullo así que poco a poco me dejo de importar. De no ser por Remus seguiría en segundo año— rió de forma apenada aún mirando a los ojos a Severus quien se mantenía con una expresión seria.

Una expresión seria, era lo único que podía hacer ahora mismo pero por dentro su corazón se apachurro y de cierta manera lo entendía...muchas veces sin motivación el rendimiento académico baja, algo que no le había pasado pues su motivación siempre fue su madre y superarse para algún día darle una buena vida.

—...¿no te interesa que alguien te instruya?— Sirius alzo la cabeza entusiasta a las palabras de Verus, ¿se estaba ofreciendo a ayudarlo? —dejamos de asistir a las regularizaciones de Slughron pero podemos reanudarlas...sin que nadie sepa, también con otras materias claro.

—¿Harías eso por mí?

Con timidez y con sus mejillas sonrojándose poco a poco dándole una adorable aspecto asintió, paso seguido dejó salir unas palabras que heló a Sirius Black —Haría cualquier cosa por ti—aunque fue en un tomo muy bajo Sirius logró escucharlo y su corazón latió con entusiasmo

—¿También en Quidditch?— alzó las cejas con una sonrisa de oreja a oreja

Sabía que su niño no era bueno volando en escoba, era más de usar el cerebro que los músculos pero solo quería alivianar un poco el ambiente con una de sus bromas

 𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 (𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗂𝗎𝗌) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora