𝐒𝐄𝐑𝐄𝐍𝐃𝐈𝐏𝐈𝐀 (𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗂𝗎𝗌)

-24-

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Especial de Año Nuevo
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Habían pasado días desde lo sucedido, Sirius sentía la necesidad de estar cerca del pocionista.

Comenzaba a creer que se estaba viviendo loco pues todos los días a todas horas en su mente se colaba el nombre "Severus Snape" y su portador. Ya no lo soportaba más.

-¿Estás bien, Sirius?- la voz de Moony lo sacó de sus pensamientos

-¿Eh....? ¡Ah! Sí, claro- dijo mientras se metía un trozo de puré de papa a la boca

-Mientes- dijo seguro y su amigo lo miró mal

-No miento...

-Chicos, volvemos en unos minutos, se me ha quedado algo en la habitación y Sirius quiere tener una sesión frente al espejo de decirse que es el mas guapo del mundo. - Remus le aviso a James y a Peter quienes rieron por la vanidad de su amigo

Así Remus saco a rastras a Sirius mientras el último se quejaba del porqué lo hizo ver como un vanidoso de mierda.

-Es la verdad, lo eres- reprendió el licántropo una vez estaban suficientemente lejos del Gran Comedor

-Pff...patrañas- Sirius rodo los ojos tratando de que su amigo se desvíe del tema inicial

-¿Me dirás ya que te sucede?

Sirius suspiró rendido -No sé que me sucede, Remus- Sirius puso sus manos en sus mejillas estirándolas de mera frustración

Remus puso una mano encima del hombro de su confundido amigo.

-Está bien, comprendo

-¿Comprendes? No lo comprendes- Sirius se sentó en el piso abrazando sus rodillas enterrando su rostro entre ellas mientras soltaba un suspiro de frustración

-Claro que sí y a decir verdad estoy un poco molesto contigo por no haberte dado cuenta antes

Sirius alzó su rostro mirando a su amigo que aún estaba parado frente a él -¿Darme cuenta? - preguntó recibiendo un asentimiento por el castaño

-James molesta a Snape por Lily...bueno- ladeo un poco la cabeza- cuando eran amigos. Antes pensaba que lo molestabas por seguir a James y lo comprendía, siempre han sido los más unidos de los cuatro pero ahora...este año, han pasado varios meses y tú sigues detrás de él y eso que James ya no se le ha acercado tanto. - miró el rostro de Sirius atrapado en una red de confusión-Sigues detrás de Snape sin seguir a James...tienes una fijación por él fuera de las bromas y molestarlo

-No entiendo

Remus exhalo con desesperación, estaba completamente seguro que su amigo era muy lento, después de todo aun después de 6 años apenas estaba dándose cuanta de sus verdaderas intenciones con el pelinegro.

-Tienes que descubrirlo por tu propia cuenta, Sirius. Yo no te voy a resolver esto, si quieres acercarte a Snape tienes que descubrir tu sólo como hacerlo- fueron la únicas palabras que dijo Remus antes de dejar a Sirius tirado en el piso del pasillo

Por otro lado, Sirius se quedó pensando en las palabras de su amigo. Tenía razón, aún sin James molestándolo él aún estaba detrás del pocionista, tenía mucha curiosidad por él y lo aceptaba...además quería averiguar la razón de esa sensación en su estómago cada vez que cruzaba mirada con Snivellus.

Flashback
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-¿Quieres pie de manzana, Sevy?- un Sirius de cuatro años se acercó a Severus con pasitos torpes y un pie quemado en manos

El pequeño Snape examinó la creación de su mejor amigo con extrañeza y luego hizo una pequeña arcada

-Mm...mejol iré por jubo de calabaza

-¡PERO KLICHEL ME AYULO!- Sirius hizo un puchero demasiado tierno como para que Severus se resistiese

-Solo un pelacito- miró a su Siry esbozar una gran sonrisa mientras se sentaba en la mesilla con una sombrilla en el centro.

Puso su intento de pie en le mesilla de cristal mientras eran cubiertos por la sombrilla, Sirius sacó de su mochilita de Snitch Dorada de peluche un plato blanco, un cubierto y un cuchillo sin filo alguno.

Sirius con mucho cuidado corto una rebanada del pie y luego la posicionó en el blanco plato. Ambos niños comieron del mismo pedazo, del mismo tenedor y poco importaba, se amaban tanto que en su pequeña mente inmadura se presentaba la idea de algún día casarse y compartir más comidas de ese tipo.

Pronto sus madres hicieron presencia llevándolos dentro para esperar la hora de la comida. Regulus era demasiado pequeño para recordar al que ahora era su amigo, en cambio Severus estaba tan enamorado de Sirius que poca atención le poni al hermano de su Siry.

-Es hora de comer amores- la señora de la casa tomo de la mano a su ahijado y su heredero mientras sentía como el pequeño puño de su hijo menor de aferraba a la parte de atrás de su vestido

Walburga Black, era una mujer que defendía a sus hijos con capa y espada, era una mujer temeraria, astuta y aunque tal vez no sea de su agrado era muy valiente, daría todo por sus hijos y su ahijado, era una madre amorosa y comprensiva.

Consentía a sus niños con todo lo que le pendían, los arropaba por las noches y les leía historias para conciliar sus sueños. Walburga Black amaba con todo su ser a su hijo mayor, y jamás creía que la luz de sus ojos comenzara a manifestar sus ideales y rechazando los ideales con los que había crecido. Sin duda eso jamás se los esperaría.

Fin del Flashback
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Al día siguiente Sirius se levantó dispuesto a hacer algo con todo ese irritante problema.

Iba con sus amigos por los pasillos riendo por bromas y ocurrencias por parte de James y Sirius pero las carcajadas del último mencionado pararon en seco cuando miró a Snivellus pasar junto a Malfoy

-No es necesario que hagas esto, Lucius- escuchó decir al pocionista

-Tómalo como una disculpa por lo del otro día, además, tengo hora libre así que no importa

Fue lo único que alcanzó a escuchar ya que pasaron caminando un tanto rápido. Los trató de buscar por encima de su hombro que ya había desparecido por la multitud.

En la tarde tenían clases de transformaciones y aunque Minnie ya les había dicho que no era necesario sentarse juntos pero esta vez tenía ganas de estar cerca de Snivellus y sentir aquella sensación horrible pero agradable en su estómago.

<<El final siempre sorprende, aunque esté estricto desde el principio>>