O4 "¿Es enserio?"

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¿En qué momento te vuelves invisible? Te das cuenta de que no vales mucho para alguien cuando su sonrisa se la entregas a alguien ajeno a ti. ¿Por qué debería ponerme de esta manera? Su figura y presencia me es indiferente y aún así siento que esto se va cada vez por la borda. Decidí mirar a otro lado y dejarme llevar por el par de pies que se movían por inercia. Me dolía el pecho y me costaba respirar. <<¿Celos? Estás realmente loca, Lois>> hablaba sola mientras intentaba llegar a casa. Ni siquiera recordé si las chicas que conocí hoy me llamaron o si quiera se acordarían de mí, era obvio que no…ambas estaban realmente embobadas con ese par de hombres apuestos.

Mientras el aire chocaba con mi rostro, intentaba olvidar lo que pasó en mi cabeza y estaba pasando, algunos recuerdos se borraban y supongo que eran mejor así, me carcomía por dentro querer cambiar algo que no era cierto…que solo se produjo en mi cabeza…que no había nada por dentro…solo mi pesar, mi imaginación…él.

—     Cariño ¿Cómo fue tu primer día de clases?

Los brazos de mi madre me reconfortaron de una manera extraordinaria…sentí sus delgados brazos rodearme y regalarme ese calor que tanto necesitaba.

—     Bien mamá…ahora necesito un baño

—     De acuerdo…mientras prepararé pizza

—     ¡¡Uff!! Delicioso

Sonreí para dejarla tranquila y caminé arriba, por las escaleras mi mente se perdía, no quería perderme en idioteces. Simplemente prendí mi grabadora y puse algo de Megadeth, la voz del tío Dave me sacaría de mis casillas un poco y me inspirarían a cantar en la ducha.

El pollo frito de mamá era lo mejor que se podía comer en este mundo, luego de haber llenado mis mejillas con esa salsa agridulce y sentir que mi estómago explotaría en miles de pedazos, subí a mi habitación para así realizar mi tarea. No es algo que me agrade mucho, y menos cuando es el primer día de clases…pero bueno, debía cumplir con mi deber.

+++

En esos días había sido particularmente bien en la escuela, Victoria se veía más animada y al lado de Natalia ambas eran una bomba explosiva, me hacían reír bastante con sus ocurrencias y nos habíamos compartido números telefónicos, así estaríamos más en contacto y no perderíamos esa amistad estando fuera de la escuela.

—     ¿Adivinen?

—     Ya di – Victoria se llenaba la boca con un emparedado

—     Pues Jimmy me invitó a su fiesta de cumpleaños – Natalia no cabía de emoción en el lugar del almuerzo

—     Valla…le gustas – mencioné mordiendo luego mi desayuno

—     ¡¡Ay!! ¿Tú crees? No lo sé… ¿Qué voy a ponerme?

—     Calzones, para empezar – rió Vic al atragantarse con su emparedado

—     Eso es obvio – rio — quiero ponerme un vestido…pero quiero uno nuevo

—     Bueno sería lindo ir de compras

—     ¡Oh! Lo recuerdo…me dijo que las invitara

—     ¿Qué? – dije al mirarla — paso

Carry OnWhere stories live. Discover now