28 "Tempestad"

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Algo pasaba conmigo cuando sus dedos tocaban mi piel...apenas el roce de su aliento era como un golpe en mis células, haciéndolas más vivas...impulsándolas a trabajar por todo mi cuerpo para que revolucionaran y me hicieron agitar de placer. Su simple presencia hacía que en mí el calor subiera hasta que mis mejillas se ruborizaran y mi frente presentara esa transpiración que él tanto amaba sentar.

Hoy era diferente, hoy la caricia de sus manos era distinta...hoy sus besos me demostraban un apego y un cariño que jamás me había hecho sentir en todo este tiempo que llevamos juntos, aunque sea poco, para mí ha sido especial, han sido los meses más cortos...pero más largos y perfectos de mi existencia. Matthew sabía lo que me gustaba y lo que no, conocía mis gestos obvios y mi simulación con las manos cuando trataba de explicar algo, él entendía mi respiración y conocía cada poro de mi piel. Conocía incluso mis defectos y los apreciaba sin juzgarlos, me hacía sentir tan yo...tan única en el mundo...tan dueña de sus pensamientos, de su cuerpo y alma. Hoy, su manera de acariciarme y besarme iba más allá de un regalo de cumpleaños...ese "te amo" que pronunciaron sus labios hicieron que mis ojos se explayaran y dejaran caer unas lágrimas. Jamás nadie me lo había dicho tan sincero...quizá mi madre, pero eso es distinto.

Las embestidas eran suaves, su cuerpo se acoplaba al mío sin ser salvaje, sin ser un bruto...ahora era un Matthew tan romántico y pasional...entregando en cada movimiento su ser al mío, conectándonos en cuerpo y alma...como se supone que debe ser desde el momento en el que se hace el amor. Esa energía inexplicable que surge cuando sus gemidos chocan en mi boca, cuando me repite que me ama con un miedo y un remordimiento en la vibración de su garganta, su aliento sabe a frutas, su piel huele a frescura en la mañana...a ese rocío que no quieres dejar de sentir y oler.

De mi boca no dejaba de salir su nombre, mis uñas se encarnaban en su fuerte y enorme espalda que comenzaba a llenarse de ese sudor fresco...era un momento especial, incluso sus gemidos y los míos sonaban diferentes, los jadeos constantes eran una motivación a seguir...nos sentíamos, nos amábamos, nos acariciábamos y el dolor se iba...incluso de esa mirada perdida con la que me miró cuando llegamos aquí.

Mis dedos acariciaban su corto cabello, sus ojos me miraban perdidamente adentrándose a mi alma...que era suya desde el momento en el que él me besó. Mi cuerpo no se sentía vulnerable, mi cuerpo amaba el suyo...y amaba lo que estábamos haciendo, cada parte de mí lo acogía pues en un momento él se sintió tan pequeño que sus ojos se formaron cristalinos, dejando caer un par de lágrimas en mis mejillas...escondió su rostro en mi cuello, moviendo sus caderas al no dejarme pensar con claridad...por primera vez quería parar y mirarlo, preguntarle el porqué de sus lágrimas...pero por ahora ninguno dijo nada, ninguno cortó la inspiración del momento y continuamos con lo que habíamos comenzado hace unos largos minutos.

La noche se hacía larga, y sus ojos se materializaron con los míos cuando orgasmo tras orgasmo su ímpetu me hacía sentir...no me dejaba respirar, y a veces se movía tan rápido que parecía que la cama no iba a soportar demasiado...me encantaba esto con él...desde el primer momento en que me hizo suya en aquella cabaña...no me arrepiento de nada, le había entregado mi vida, mi cuerpo y todo lo que soy...todo solo a él...y ahora no había manera de que alguien o algo me quitara de esto...

Poco a poco se iba llenando el globito interno...poco a poco el cuerpo de Matt se tensaba por completo al sentir que finalizó en mi interior y dejó de moverse luego de unos segundos. Su corazón estaba tan agitado que parecía salirse de su fuerte pecho, acaricié sus mejillas sintiendo sus labios besar en suaves picos mi clavícula, subiendo por mi cuello hasta ponerse frente a mí. Su aliento agitado reposaba en mis labios al besarnos con dificultad, pues el aire estaba entrecortado y nos hacía falta a ambos.

Carry OnWhere stories live. Discover now