Carry On

36 "No estás sola"

NARRA MATT

Su piel se había convertido en mi refugio y mi droga de nuevo. Se que con anterioridad había probado ya el sabor de otros cuerpos, el calor de otras pieles...pero ninguno como el de ella y eso me quedaba más que claro. Volver a sentirla llena de calor y entusiasmo, sentirla satisfecha y a la vez deseosa de más, mirar sus ojos llenos de brillo y sentir que ahora mi vida comenzaba a tener sentido y un rumbo...pues mucho tiempo me encontraba perdido. Ahora quería encontrar un empleo favorable...uno que me haga crecer y me dé el sustento necesario para mantener a mi nueva familia...ahora debería pensar en algo más grande...debería pensar como un adulto...como uno que jamás imaginaron mis padres ni mis amigos, ella se merecía mi mundo y el mundo entero...ella era lo que yo andaba buscando y que llegó por segunda vez a mi vida.

La noche anterior habíamos estado jugando bastante y me había agotado por completo...recordaba las caricias y su forma de besarme...la verdad es que no quería que eso terminara nunca, aunque en un momento voy a tener que detenerme y aguantarme, como dirían, como los machos. No podría ser brusco ni hacerlo todo el tiempo ya que nuestro bebé crece...

Estaba perdido en mis pensamientos y, aunque ya sabía que era de día, estaba disfrutando completamente lo bien que se sentían las cobijas y la cama bajo mi cuerpo completamente desnudo.

El frío de sus dedos recorrió mis piernas despertándome despacio...haciendo que mi piel vibre y sonreí aún con los ojos cerrados. Su boca besó mi vientre bajo y ahí fue donde abrí mis ojos para ver el techo y agachar la cabeza dándome cuenta de su cuerpo entre mis piernas, su sonrisa de frivolidad al no darse por bien servida anoche...quizá fue todo este tiempo sin estar juntos que ahora no quiere dejarme vivo.

— Buenos días – mi voz sonó más ronca de lo normal

Pero ella no me contestó....dejé caer mi cabeza al cerrar los ojos de nuevo y...los abrí de nuevo al sentir que su boca ahora se encontraba en un lugar tan sensible, y más ahora por la mañana luego de haber hecho el amor toda la noche. Mis labios se separaron sintiendo la succión de una manera increíble, sus manos apretaban mi piel y su boca hacía un trabajo excelente que no necesité de mucho tiempo para que mi excitación se notara y ella quedara feliz con el resultado.

— Buenos días – por fin respondió — vamos a la ducha

— A...a donde...t...tú quieras....m...mi amor

El camino a la ducha fue realmente perfecto. Mirarla caminar frente a mí, sin nada de ropa, deleitándome con el movimiento de sus caderas y, por supuesto, de su hermoso trasero. La forma que figuraba su torneada espalda y lo fuertes que eran sus piernas cuando se enmarcaban sus pantorrillas. Y yo...que me sentía vulnerable con el miembro apuntando al frente....esta mujer sabe como torturarme...y me encanta.

El agua recorría nuestros cuerpos y su espalda seguía frente a mis ojos...pero ahora, mis caderas se movían entre sus muslos y su hermoso trasero golpeaba suave mi vientre...los jadeos y gemidos se escondían y ahogaban con el sonido de la regadera y el agua caer en el suelo. El vapor se hacía intenso empañando el vidrio, ventana y espejo...mis manos apretaban sus caderas y me volvía loco sentirla una y otra vez...iba a dejarme vacío pero sé que todo vale la pena con ella...arriesgarse y hasta volver a nacer para encontrarme con su hermosa mirada.

— Te amo...Matt – apretaba la pared con sus dedos, volviéndose blancos por la presión que ejercía sobre los azulejos

— Te amo...Lois

No podía soportarlo por más tiempo...no podía y al final terminé, terminamos ambos...estaba tan sensible que a veces dolía pero ella era feliz, notaba su sonrisa llena de satisfacción y eso dejaba de lado el dolor que sentía en mi ahora cansado amigo.